El 21 de junio en el hemisferio norte, tras el solsticio de verano, da comienzo esta estación que se caracteriza por la escasez de lluvias, días largos, noche cortas y altas temperaturas. Y todos los seres vivos acusamos estas condiciones ambientales viéndonos afectados en nuestro día a día e intentando sobrellevarlo de la mejor manera que podemos.

Aunque en veranos dan ganas de bañarse en nuestra laguna, no es posible ya que está prohibido. Mejor es buscar una piscina para no molestar a la biodiversidad campillera.
En nuestro caso nos refrescamos en las piscinas, bebiendo más agua y evitando exponernos al sol en horas centrales del día. Pero, ¿cómo lo hacen el resto de mamíferos? Son muchos los mecanismos, comportamientos y estructuras que tienen estos animales para perder el exceso de calor corporal que no sólo tienen que luchar contra el calor, sino también contra el pelo que recubre su cuerpo.

Los conejos son los mamíferos más fáciles de ver, tanto de día como de noche, en el camino que llega hasta nuestro Centro.
Uno de las mecanismos para reducir la temperatura corporal es, a falta de piscinas, darse un baño ya sea en el agua o en el barro. Estos elementos se encuentran a una temperatura mas baja que la corporal y les permiten, a través de la superficie de la piel, intercambiar calor.

A los jabalíes, como los de este grupo, les encanta bañarse tanto en el agua como el barro para así, no sólo regular su temperatura corporal sino también para luchar contra posibles parásitos.
También es muy común no ver ningún mamífero a las 15h en julio si salimos a dar una vuelta por el Campillo. Al igual que los leones en la sabana, los mamíferos del sureste madrileño y del resto del mundo evitan las horas centrales del día y durante esas horas se refugian a la sombra. De hecho, no sólo por el calor, sino por su biología, los mamíferos son animales crepusculares, es decir, suelen tener su máxima actividad en las primeras y en la últimas horas de luz del día.
La hidratación es muy importante y es por eso que los mamíferos bebemos mas agua cuanto mas calor hace. Sobre todo porque perdemos mucha a través del sudor. ¿Y para que sirve el sudor? Pues el sudor, generado en las glándulas sudoríparas presentes en nuestra piel, enfría el cuerpo mediante la evaporación de vapor de agua. Es decir, el calor corporal calienta el agua que se evapora a través de los poros enfriando el cuerpo.
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