«Dependemos de la naturaleza para cada mordisco de alimentos que tomamos y para cada respiro que damos», este es el lema de David Attenborough (Londres, 1926) y lo que intenta transmitirnos en cada uno de los trabajos realizados durante su larga carrera como guionista y productor, ya sea delante de la cámara o detrás, a veces como narrador y otras como investigador.

Todo empezó con un trozo de ámbar con insectos en su interior que le regaló su hermana cuando era un niño que le dejó fascinado. Después, un museo de fósiles y rocas en su propia habitación, que era admirado por todo el vecindario. Y finalmente, su curiosidad le llevó a recorrer todo el planeta para retratar la vida salvaje a través de su mirada.

 

 

En los años 50 del pasado siglo XX, Attenborough empezó a trabajar en la BBC. Durante diez años estuvo viajando por tierras remotas para recopilar material para su popular serie Zoo Quest (1954). Más tarde, en 1979 dirigió y presentó la serie más ambiciosa que jamás se había hecho en la BBC, La Vida en la Tierra. La vieron más de 500 millones de personas y marcó un antes y un después en la divulgación científica. Forma parte de una trilogía junto con El Planeta Viviente (1984) y La Vida a Prueba (1990). En las cuales no sólo examina detalladamente los organismos vivos existentes en la Tierra desde diferentes puntos de vista, sino que elabora de forma visual una clasificación taxonómica y ecológica en diferentes estados de la vida.

A aquella serie siguieron otras como El Planeta Helado (1993) sobre la Antártida y La Vida Privada de las Plantas (1995) donde, como ya os contamos en otra entrada del blog, nos mostró el mundo de las plantas utilizando innovaciones tales como el time-lapse. Después vinieron La Vida de las Aves (1998); State of the Planet (2000) sobre la crisis medioambiental; Planeta Azul (2001), un hito en la historia natural de los océanos del mundo; La Vida de los Mamíferos (2002); Vida en miniatura (2005) que trata en exclusiva de invertebrados terrestres; Planeta Tierra (2006); o La vida a sangre fría (2008), una serie de reportajes dedicados a los reptiles y los anfibios, entre otras muchas.

 

En sus documentales podemos encontrar grandes momentos de Attenborough: en lo alto de un árbol con unos gibones, imitando a un pájaro carpintero u observando a un ave lira en medio de la jungla.

En Curiosidades de la naturaleza con Attenborough (2013) confronta a dos animales muy diferentes que presentan la misma peculiaridad evolutiva. Y en Planeta Tierra II (2016) nos sorprende con una de las mejores escenas de naturaleza de la historia, en la que se ve una trepidante carrera por la vida: unas iguanas recién nacidas huyen de un escuadrón de serpientes.

 

El año pasado nos deleitó con Dynasties (2018) en la que muestra los retos a los que se tienen que enfrentar diferentes especies relacionados con el cambio climático y otros factores humanos.

Fuentes: