Cuesta creerlo pero otro año, el 2021, ha llegado a su fin. Un año en el que hemos aprendido a convivir con el coronavirus, en el que la borrasca Filomena nos trajo la mayor nevada en las últimas décadas y en el que la gran afluencia de visitantes a la laguna El Campillo, durante el confinamiento perimetral de la Comunidad de Madrid, hizo al Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid tomar la decisión de cerrar el acceso a la laguna en coche por la seguridad de todos: tanto de las personas como de la naturaleza.

Y si algo ha caracterizado este 2021 en nuestro centro han sido los cambios. No solo porque hemos tenido que ir adaptándonos continuamente a las circunstancias relativas a la COVID-19 de cada momento (aforos, protocolos, etc.), sino porque nuestro recinto exterior ha sufrido unos cuantos cambios para mejorar. Hemos puesto más cajas nido para aves y las hemos dejado durante el otoño e invierno; diseñado y señalizado un recorrido autoguiado por nuestro recinto; instalado paneles informativos sobre los diferentes elementos y códigos QR con enlaces a más información; restaurado la choza existente y construido una nueva; y con la madera procedente de podas tras el paso de Filomena hemos construido diferentes elementos y zonas (un par de mesas de juego con taburetes y el «Bosque mágico». Muchas de estas novedades fueron propuestas por los participantes de la encuesta que realizamos a comienzos de año para mejorar nuestro recinto.









Nuestra Huerta Calamón (que inauguramos en 2020, justo antes del confinamiento) también ha ido evolucionando y mejorando ya que gracias a los participantes de nuestros talleres, no solo hemos podido disfrutar de sus cosechas, sino que cada vez está más bonita debido a los elementos decorativos que hemos realizado en diversas actividades. Además, después de unos años, tras el deshielo de Filomena, con la subida del nivel del agua de la laguna, vimos como se inundaba una parte obligándonos a cerrar el huerto porque coincidía con la zona de acceso.






Las que también han ido creciendo han sido nuestras redes sociales. El blog ha aumentado tanto de número de seguidores como de documentos de la zona de descarga, entre otras, con las fichas de los insectos y de los Hábitats de Interés Comunitario. En Facebook ya somos 2946 campilleros y en Twitter e Instagram 2014 y 996 respectivamente. Además, nuestro canal de YouTube tiene ya 343 suscriptores.

Durante el 2021, también tuvimos la suerte de participar en la plantación que se realizó en los altos de El Piul en conmemoración del 40 aniversario de la revista Quercus; de visitar las instalaciones del CRAS Soto de Viñuelas; y de recibir en nuestro centro a Iván de Brinzal que vino a contarnos la situación de la lechuza en la Comunidad de Madrid. Además, inauguramos el área de biodiversidad «Bosque de gratitud para nuestros mayores», junto a nuestro recinto, que forma parte del Arco Verde de la Comunidad de Madrid (aunque no es visitable por el momento).
Lo que no ha cambiado este año han sido vuestras ganas de venir a vernos, visitarnos y participar en nuestras actividades. En total habéis sido 16.503 las personas que habéis venido a visitarnos, ya sea solo el recinto o el centro, con reserva previa o sin ella (durante el confinamiento perimetral de la Comunidad de Madrid, en los fines de semana de máxima afluencia, fue necesario reservar para visitar el recinto y el interior del edificio no se pudo visitar hasta octubre).
El mes que más visitantes tuvimos fue marzo con 4301. Se nota mucho que durante los primeros meses del año la Comunidad de Madrid aún estaba bajo confinamiento perimetral, lo que hizo que mucha gente viniera a visitar y descubrir El Campillo. De hecho, en enero, los 1245 visitantes corresponden a solo 2 fines de semana ya que con el temporal Filomena estuvimos cerrados la mitad del mes. La bajada del número de visitantes del mes de noviembre corresponde a que el registro de los visitantes comienza a hacerse como era habitual antes de la pandemia, es decir, solo registrando los visitantes que pasan al interior del edificio. El caso de diciembre suele ser habitual ya que es el mes de las Navidades.

En cuanto a los asistentes a nuestras actividades, gracias a vuestra participación, prácticamente en todas colgamos el cartel de «Aforo completo». En total fuisteis 771 personas las que participasteis en alguna de ellas. Como tuvimos cupos muy reducidos (máximos de 6 personas hasta mayo, o de 15 desde junio), lamentablemente en algunas actividades hubo una larga lista de espera de gente que se quedó con ganas de participar (707 personas en total en todo el año, casi los mismos que participantes). Esto pasó sobre todo durante el primer semestre del año (entre los meses de enero y julio se quedaron en lista de espera 598, meses que coinciden con los confinamientos perimetrales de la Comunidad de Madrid y con el de Rivas). Como es habitual, al igual que en el número de visitas, los meses con menos participantes fueron los de verano (julio y agosto) y diciembre.

Como cada año, aprovechamos la ocasión para agradecer el trabajo y colaboración del personal de la oficina técnica del Parque Regional del Sureste porque nuestro trabajo no sería completo sin su ayuda y colaboración.

Esperamos que este 2022 siga trayendo más normalidad, nos permita aumentar los aforos de las actividades y recuperar algunas que nos vimos obligados a dejar de hacer como las visitas a productores. Lo que seguro que traerá son muchas sorpresas porque este año se cumplen 25 años de la Red de Centros de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid y tenemos muchas ganas de celebrarlo. Esperamos seguir viéndoos por nuestro centro o en alguna de nuestras actividades y… ¡FELIZ 2022 CAMPILLEROS y CAMPILLERAS!





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