Si alguna vez te preguntaran sobre los impactos que generamos los seres humanos seguramente sería la contaminación debida al uso de combustibles fósiles la primera que se te viniera a la cabeza. Sin embargo, poca gente se para a pensar en la cantidad de agua que directa o indirectamente usamos en nuestro día a día. No hablamos del agua que bebemos o usamos en la ducha o en la cocina, sino del agua que no vemos que usamos, como por ejemplo, el agua que se usa para regar el heno del que se alimentarán las vacas que producirán la leche que nos beberemos. Y es de este impacto de donde surge el indicador ambiental de la huella hídrica.

Gráfico que nos explica visualmente que agua se incluye en la huella hídrica. Fuente: agua.org.mx

Por definición, la huella hídrica hace referencia a la cantidad de agua dulce que se emplea durante un proceso y se mide en unidad de volumen (litro o metro cúbico) por unidad de producto fabricado o servicio consumido.  Ésta incluye el consumo directo de agua (tanto la usada y/o contaminada durante el proceso de fabricación, como la incorporada como ingrediente en el producto) y el consumo indirecto (la utilizada para fabricar las diferentes materias primas necesarias en el proceso). Por ejemplo, si pensamos en la huella hídrica de un litro de leche hay que pensar en el agua necesaria para producirlo durante todo el proceso. En este caso son aproximadamente 1.000 litros de agua los necesarios para:

• Alimentar y mantener a la vaca desde su nacimiento hasta la producción de ese litro de leche.
• Almacenar el litro de leche.
• Fabricar el envase en el que va a venderse y la usada en el mantenimiento de la planta donde se ha fabricado.
• El transporte del litro de leche (por ejemplo si es un camión, todo el agua necesaria para que ese camión esté funcionando para transportar ese litro de leche).

Cada producto tiene su propia huella hídrica. Por ejemplo, la huella hídrica de la manzana es de 125 litros, la de un pañal de 810 litros y la de un vaquero de 8.000 litros. En la web www.sumatealretodelagua.com puedes consultar la huella hídrica de muchos productos que usas en tu día a día.

Los humedales son importantes reservas de agua.

El término fue utilizado por vez primera en 2.002 por el profesor Arjen Hoekstra de UNESCO-IHE como indicador alternativo al del uso del agua. Más tarde, en 2.009, la ISO (Organización Internacional de Normalización) empezó a trabajar para el establecimiento de una norma internacional que se materializó en 2.014 con el lanzamiento de la ISO 14046:2014 de Gestión Ambiental sobre la Huella Hídrica en donde quedaron establecidos los principios, requisitos y directrices que pueden ser aplicados a los productos, procesos u organizaciones.

Arjen Hoekstra, durante una de sus conferencias. Fuente: http://ayhoekstra.nl

La huella hídrica se calcula en un tiempo y en un lugar concreto siendo un indicador multidimensional que puede expresarse en colores en función del agua que se considere:

• Huella hídrica verde: agua en forma de precipitación utilizada que no se convierte en escorrentía (por ejemplo, el agua de lluvia que riega los campos agrícolas almacenándose en el suelo).
• Huella hídrica azul: agua dulce superficial o subterránea almacenada disponible para su uso que no vuelve a su lugar de almacenamiento (porque se evapora, porque se incorpora en el producto, porque va al mar,…).
• Huella hídrica gris: volumen de agua dulce requerida para asimilar la carga contaminante del producto o proceso.

Huella hídrica de diferentes alimentos. Fuente: Fundación AQUAE

También podemos hablar de huella hídrica cuando hablamos del agua que usamos las personas en nuestro día a día. Existen varios estudios sobre la huella hídrica en España que estiman que nuestro país es el octavo país con mayor huella hídrica del mundo, siendo la huella hídrica media por habitante de 136 litros de agua al día. Pero si consideras que tu vida es más sostenible y tienes curiosidad, puedes calcular tu propia huella hídrica. Recuerda que no solo se ahorra agua cuando cerramos el grifo mientras nos lavamos los dientes sino que también lo hacemos mientras compramos, nos movemos, en nuestro tiempo libre, etc. En definitiva, en cada cosa que hacemos en nuestra vida, podemos ayudar a ahorrar agua. ¡Contamos contigo!

Bibliografía:

https://www.iso.org/obp/ui/#iso:std:iso:14046:ed-1:v1:en

waterfootprint.org

https://www.ecointeligencia.com/2016/03/huella-hidrica/

http://www.huellahidrica.org

http://www.conagua.gob.mx/conagua07/Contenido/Documentos/Infograf%C3%ADa%20Huella%20H%C3%ADdrica.pdf

http://www.virtualwater.eu/