PRISMÁTICOS (III). ¿Qué prismáticos comprar para observar fauna?

Puede que alguna de las veces que has salido al campo hayas mirado con envidia sana a las personas que disfrutan del avistamiento de aves con sus prismáticos y has pensado: ¡tengo que comprarme unos prismáticos! La pregunta difícil e importante viene justo después: ¿Cuáles me compro? En el mercado hay cientos de modelos con una diferencia de tamaños, formas, características y precios que nos hacen dudar cuáles son los mejores para comprarnos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todos los prismáticos son los mejores para todo el mundo. Por eso, es importante preguntarse: ¿Qué uso le voy a dar? ¿Cuántas veces voy a utilizarlos? ¿Con quién los voy a utilizar? No es lo mismo ser un ornitólogo profesional que está desarrollando un estudio de campo, que un aficionado a la naturaleza que sale a “bichear” dos veces al mes con amigos; como tampoco es lo mismo saber que solo los vas a usar tú o que los vayas a compartir en familia. En cualquier caso, si los quieres para observar fauna deberán ser prismáticos terrestres y no otro tipo de prismáticos.

En nuestro centro contamos con prismáticos de tamaños y características muy diferentes.

Lo segundo, estrechamente relacionado con lo primero, es el presupuesto que tenemos para invertir en unos prismáticos. De manera general cuanto más caro es un prismático, mejor será, pero seguramente que ni tenemos un gran presupuesto ni todo lo que conseguimos con un gran presupuesto lo vamos a amortizar. En base a las primeras preguntas, piensa cuánto dinero puedes/quieres invertir y busca unos prismáticos que se ajusten a ese precio. Lo más importante al principio es cogerle el gusanillo, familiarizarnos con su uso y ver si realmente los utilizamos y nos hacen falta o no. Si los primeros que te compras los desgastas del uso, invertirás más en el segundo; sino, con los primeros te valdrá. Normalmente los prismáticos tipo porro son la primera opción por su precio (suelen ser más baratos que los de tipo techo).

Garza real observada con prismáticos en nuestra laguna.

En tercer lugar tienes que fijarte en el tamaño y los aumentos. Si son los primeros que te compras lo ideal serían unos de 10×50. Aunque son algo grandes y más pesados, te darán un buen aumento y una luminosidad decente en tus primeras salidas “bicheras”. Si quieres que pesen y abulten un poco menos, puedes elegir unos de 8×42: aunque pierdas un poco de aumento ganarás espacio en tu mochila. Existe la opción de comprar unos compactos de 10×25 o similar, salvo que sean para un niño (tienen el tamaño perfecto para ellos), no lo consideramos buena opción para ver fauna ya que tienen poca luminosidad, son poco manejables para el tamaño de un adulto y no motivan ni a seguir usándolos ni a salir al campo con ellos a “bichear”.

Comparación de tamaño de dos prismáticos: 10×50 tipo porro (izquierda) y 8×42 tipo techo (derecha).

Estos son algunos datos que podemos tener de referencia para la compra de nuestros primeros (o segundos) prismáticos:

  • PRECIO. 50-80 euros de presupuesto (aunque el mercado cada vez es más grande y seguramente que por 30-40 euros encuentres unos que te puedan servir como primer acercamiento).
  • TIPO. Prismáticos de tipo techo. Aunque son un poco más caros que los de tipo porro, también son mas ligeros y ergonómicos. Por su parte, los de tipo porro, a pesar de ser un poco más pesados y robustos que los de tipo techo, suelen tener mejores calidades en su óptica en presupuestos más ajustados y más profundidad de campo.
  • AUMENTOS. Los más recomendables para el avistamiento de fauna son 8×42 o 10×50. Los primeros serán un poco menos pesados y más pequeños (más fáciles de llevar en la mochila) pero los segundos te darán más aumento (permitirán ver a los animales más cerca y ayudarán a diferenciar mejor los colores y comportamientos de los animales cuando no tengamos mucha práctica).
  • TRATAMIENTO LENTES. Preferiblemente como mínimo fully coated (todas las ópticas están tratadas con una capa de fluoruro de magnesio anti reflejante).
  • PRISMAS. A poder ser de tipo BAK-4.
  • OTRAS CARACTERÍSTICAS. Resistentes al agua. Esto no es necesario si nunca sales al campo los días de lluvia, pero si existe la posibilidad, es una característica a tener en cuenta para que no entre agua en la óptica y te duren más.

Como siempre, según a quién preguntes, te dará unos consejos u otros. Estos son los nuestros en base a nuestra experiencia personal pero sobre todo en base a la experiencia compartida con los usuarios de nuestras actividades. Antes de decidirte por unos: pregunta a tus amigos, busca información en la red y ve a las tiendas especializadas a probar diferentes modelos. Encuentra el que más cubra tu necesidades… ¡y a disfrutar de la naturaleza!

PRISMÁTICOS (II). Tipos de prismáticos.

Una vez presentadas las partes y características de los prismáticos , en esta entrada nos centraremos en qué tipos de prismáticos existen y qué características generales presentan en función del uso para el que están concebidos.

PRISMÁTICOS COMPACTOS

Sin ninguna duda estos son los prismáticos más pequeños y ligeros que existen. Debido a su tamaño son prismáticos con poca abertura y, de manera general, poco aumento ya que la acción a observar no transcurre muy lejos del observador o bien no hace falta un gran detalle (observación de paisajes). Podemos encontrar prismáticos de 4×30, 8×25, 10×21 o 12×25, entre otros. Cuanta mayor diferencia exista entre los aumentos y la abertura, menos pupila de salida, con su consiguiente descenso de luminosidad. Suelen usarse en espectáculos culturales como el teatro o la ópera, en espectáculos deportivos para acercarnos al lugar de juego o en viajes debido a su peso ligero. También son la mejor opción para los pequeños exploradores de la naturaleza como primeros prismáticos.

Fuente: Olympus.es

PRISMÁTICOS TERRESTRES

Se denominan prismáticos terrestres a los prismáticos utilizados para la observación de fauna. En este caso son prismáticos algo más grandes y pesados que los compactos ya que las necesidades de aumento y abertura son mayores. Sin embargo, no pueden ser tampoco ni muy grandes, ni muy pesados, ni con muchos aumentos porque sino, debido a su uso generalmente sin trípode, provocarían trepidación (movimiento de la imagen debido a la dificultad de mantener los prismáticos inmóviles) y dificultad en el enfoque. Los rangos más habituales suelen ser 8×42 o 10×50, en función de nuestros objetivos, experiencia y perspectivas de uso.

Fuente: Amaina.com

PRISMÁTICOS ASTRONÓMICOS

Como su nombre indica, son los prismáticos utilizados por los amantes de la astronomía. Si bien no alcanzan la potencia de aumentos de un telescopio astronómico, con su uso no se pretende ver los detalles de los cuerpos celestes, sino más bien constelaciones, objetos en movimiento difíciles de seguir con un telescopio o elementos grandes como la luna. En este caso necesitamos grandes aumentos y grandes aberturas (15X70, 20X50 o 20X80) con el consiguiente peso que eso supone. Además, si a eso le sumamos las grandes distancias que nos separan de los objetos a observar, sí que sí en este caso, necesitamos un trípode al que enganchar el prismático.

Fuente: telescopiomania.com

PRISMÁTICOS CON ZOOM

La gran mayoría de los prismáticos del mercado tienen una óptica fija. Sin embargo, algunos modelos que podríamos clasificar en las categorías anteriores vienen con una óptica que permite aumentar o disminuir los aumentos en función de las necesidades del momento. En ocasiones específicas suelen ser de gran utilidad pero hay que tener en cuenta que la abertura es fija, lo que hace que pierda luminosidad según aumentemos el zoom. Podremos encontrar modelos de 10-30×25, 10-30×50 o 10-48×60. Los dos primeros números indican el rango de los aumentos entre los que nos podemos mover, y el último la abertura fija de la lente objetivo. Para movernos en el rango de aumentos llevan una palanca que nos acerca o aleja al objeto observado.

Fuente: Bhphotovideo.com

PRISMÁTICOS GIGANTES

Estos prismáticos son los que a veces hemos visto en algún mirador o en grandes embarcaciones. Son tan grandes y pesados que están anclados al suelo. Suelen usarse para buscar puntos de interés a grandes distancias en vistas panorámicas. Al estar a la intemperie y ser usados por mucha gente, son robustos, están recubiertos por un gran armazón metálico y anclados al suelo con una columna. Los rangos habituales son 25×80 o 30×80.

Fuente: Opakua.com

PRISMÁTICOS ESPECIALES

  • Prismáticos nocturnos. Permiten ver en la oscuridad gracias a una linterna de infrarrojos que funciona con una batería que llevan, generando una imagen de color verde. Algunos generan dicha imagen en una pantalla situada en donde estarían los oculares.

  • Prismáticos náuticos. Utilizados para la navegación, son estancos al agua, llevan una correa flotante que evita su hundimiento en caso de caída al agua y pueden llevar incorporado un compás náutico. Algunos también tienen sistema auto enfocado.

  • Prismáticos con telémetro. Llevan en su sistema un telémetro que nos permite saber la distancia a la que se encuentra el objeto observado.

Bibliografía: