El municipio madrileño de La Hiruela se ubica en el noreste de la comunidad y pertenece a la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón. Tradicionalmente conocida por la apicultura, y es que su historia se remonta a 1751 ya que en el Catastro de Marqués de la Ensenada se recogen los primeros indicios de la historia apícola en la comarca. La apicultura es un pilar fundamental en la tan bien conocida Sierra del Rincón, ya que gracias a este oficio los vecinos podían subsistir (el municipio está alejado de las principales vías de comunicación).
Ahora que ya conocemos un poco de su historia, vamos a conocer su medio natural y es que si te decides a visitar este municipio es interesante que realices la senda que llega hasta el colmenar. Esta senda da comienzo justo detrás de la Iglesia San Miguel Arcángel y tiene apenas 1 kilómetro y medio (3 kilómetros en total), tardaremos aproximadamente una hora en realizar todo el recorrido, la ida y la vuelta.
Durante el recorrido nos iremos encontrando diferentes carteles informativos de las especies de flora apícola importantes para la producción de miel, dependiendo de las plantas las mieles tendrán unas características u otras. Durante el trayecto pasaremos por huertos frutales y por un bosque de robles (Quercus pyrenaica), pasaremos también por un Colmenar Tradicional y finalmente llegaremos al área recreativa del Molino Harinero, donde se encuentra el Aula Apícola y podrás sentarte y disfrutar a los pies del río Jarama.
El Colmenar tradicional que nos encontramos en La Hiruela, con casi 300 años, es uno de los más antiguos de la Comunidad de Madrid, este colmenar estuvo activo hasta 1980 y en sus orígenes era un terreno compartido entre 5 familias apicultoras. El colmenar dispone de más de 100 colmenas, estas colmenas aprovechaban los recursos del terreno, de forma que eran troncos huecos de roble o cerezo (corchos), estos se asientan sobre losas de piedra para evitar que cogieran humedad y estaban cerradas en la parte superior por una tabla (témpano). En el interior se colocaban unas estructuras denominadas (viros) que sujetaban los panales.
Es bien conocido que debemos cuidar a las abejas, ya que se estima que el 90% de la flora silvestre necesita de polinizadores para transferir el polen y así, ayudar a la reproducción de las plantas. La Reserva de la Biosfera está llevando a cabo proyectos de conservación como la creación de «estaciones de polinizadores».
Fuentes consultadas:
– Tríptico Senda apibotánica, Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón










