De todas las aves presentes en el Parque Regional del Sureste, seguramente la más dificil de ver sea la garceta dimorfa. ¿Por qué? Porque es una especie accidental en España (hasta 2018 solamente había un total de 53 registros homologados), porque tiene hábitos costeros (gusta más de ecosistemas acuáticos marinos como playas, arrecifes, estuarios, manglares o salinas que de ecosistemas dulceacuícolas) y porque hasta la fecha sólo se ha visto una vez en la Comunidad de Madrid y ha sido en el Parque Regional del Sureste.
Se citó el pasado 7 de julio de 2022 en el río Jarama, a su paso por el municipio de San Martín de la Vega. Y la suerte quiso que fuera el equipo educativo del CEA El Campillo el afortunado de registrar su primer avistamiento.
Aunque su distribución es africana, se extiende desde las Azores hasta la India y Sri Lanka pasando por la Península Arábiga, de manera ocasional se ha visto en la Península Ibérica (fundamentalmente en zonas de litoral de Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña), Francia e Italia en los meses de primavera y verano europeos.

A primera vista no cabe duda de que estamos observando una ardeida (garcilla, garza real, garza imperial) tanto por su forma como por su etología. Observando con más detalle, veremos que su tamaño y forma son similares al de la garceta común (Egretta garzetta). De hecho, en el pasado se consideraron subespecies y en la actualidad pueden hibridar.
En cuanto a los colores, presenta 2 patrones de coloración: uno claro y otro oscuro. La oscura (la observada), es la más fácil de identificar debido a su plumaje gris-azulado oscuro por todo el cuerpo exceptuando la garganta de color blanco, cosa que le hace diferente a las especies con las que se puede confundir. Las patas son negras, los dedos amarillos y el pico oscuro-amarillento. Sin embargo, el patrón claro presenta plumaje completamente blanco que hace que se diferencie más difícilmente con la garceta común.

Al igual que sus parientes de la Familia Ardeidae es un ave cazadora. Se alimenta de insectos, crustáceos, moluscos, peces e incluso de algún pequeño reptil o pájaro gracias a su largo pico. Aunque suele observarse de manera solitaria o en parejas, cría generalmente en colonias, a veces en compañía de otras especies de garzas, construyendo los nidos sobre arbustos o pequeños árboles mayoritariamente en mangalres. Las puestas constan de 2 a 4 huevos de color azul verdoso y la incubación, de 25 días de duración, es realizada tanto por la hembra como por el macho. Los pollos son criados durante un mes más después de la eclosión, antes de abandonar el nido.
Tuvimos la suerte de verla y tras publicarlo en nuestras redes sociales muchas personas pudieron ir a disfrutar de ella. ¿En qué punto del Parque Regional del Sureste la veremos la próxima vez?
Bibliografía: