Garceta común (𝘌𝘨𝘳𝘦𝘵𝘵𝘢 𝘨𝘢𝘳𝘻𝘦𝘵𝘵𝘢)

Al ser los ecosistemas acuáticos uno de los elementos principales del Parque Regional del Sureste, las especies de aves de la familia de las ardeidas están muy bien representadas en su superficie. Entre otras especies se encuentra la garceta común, una ardeida de mediano tamaño (60 cm de longitud, 100 cm de envergadura) a la que podemos observar desde uno de los miradores de nuestro centro durante los últimos meses.

Su cuerpo está completamente cubierto por plumas de color blanco que contrastan con el negro de su pico y sus patas y el amarillo de sus dedos y el iris de sus ojos. Durante la época de celo también se observa una pequeña área de piel desnuda situada delante del ojo de color amarillo (que es gris azulado), un par de finas y largas plumas en la nuca y un penacho de plumas filamentosas en el pecho.

Distribuida por prácticamente todo el mundo, en la Península Ibérica habita la subespecie E. g. garzetta que se encuentra sobre todo en las cuencas de los ríos Tajo y Guadalquivir y humedales cercanos a la costa durante todo el año, mientras que las zonas de invernada se distribuyen por todo el litoral peninsular. Le gusta una gran variedad de humedales (siempre que sea de aguas someras y tranquilas), incluyendo los costeros y los de origen humano como los arrozales.

Distribución de la especie en España. Fuente: seo.org

Como el resto de garzas, su alimentación se basa principalmente en animales acuáticos (anfibios, peces e insectos) y, de manera secundaria, otros animales (crustáceos, lagartijas, lombrices, caracoles, pequeños mamíferos y culebras). Captura a sus presas de manera activa llegando incluso a remover el fango de los humedales para levantar las presas de sus escondites y darles caza.

Para su reproducción, la hembra construye nidos de plataforma sobre árboles, arbustos o vegetación palustre con las ramas y tallos que aporta el macho formando colonias mixtas de hasta centenares de parejas junto a garcillas bueyeras, martinetes y otras zancudas. Tras un periodo de incubación de 3 semanas en el que participan ambos progenitores, eclosionan los huevos (de 3 a 5). Cumplido el mes, los pollos abandonan el nido y permanecen entre la vegetación cercana hasta completar su desarrollo completo en mes y medio desde su nacimiento.

Incluida en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, las principales amenazas que se ciernen sobre la especie son la degradación de los humedales y la reducción de su superficie. Antiguamente fue cazada porque sus plumas eran usadas en la fabricación de sombreros. Aunque el número de individuos de la especie se ha incrementado en los últimos años en nuestro país, su gran dependencia de los arrozales puede suponer un problema en el futuro.

Bibliografía:

seo.org

vertebradosibericos.org

fundacionaque.org