Dentro de nuestros paisajes mediterráneos, durante la época estival se hace casi icónica la imagen del cardo. Esto es debido a que estas especies son plantas, por lo general, altamente adaptadas para resistir al calor y la sequía.
En nuestro apreciado Parque Regional del Sureste, existen diversas especies de cardos y hoy vamos a hablar de uno que, además de emblemático, ha sido empleado tradicionalmente para multitud de usos. Seguro que os lo habéis encontrado más de una vez, o al menos, os suena haber oído hablar del mismo; es el cardo mariano, aunque esta denominación corresponde sólo a uno de sus innumerables nombres vernáculos entre los que se incluyen: cardo lechero, cardo platero o cardancha .
La etimología del nombre científico del cardo mariano, 𝘚𝘪𝘭𝘺𝘣𝘶𝘮 𝘮𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘶𝘮, alude al término griego 𝘴𝘪𝘭𝘪𝘣𝘰𝘯 que significa copa; y 𝘮𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘶𝘮 que es un epíteto de María. Se le otorgó este epíteto a esta planta por una leyenda de la edad media en la que se contaba que la Virgen María tapó al niño Jesús con hojas de este cardo para esconderlo de Herodes; a ella se le salió un poco de leche de sus senos sobre la planta y por eso se pensaba que la misma estaba bendecida con la leche de la virgen y se creía bueno su consumo por parte de las madres en época de lactancia.
En la mitad sur de la Península Ibérica se han consumido tradicionalmente, al igual que otros cardos, en guisos y potajes (sus hojas y pencas); pero también la parte tierna de sus frutos y tallos tanto fritos como crudos; e incluso sus semillas se han tomado tradicionalmente como pipas.
Además, esta planta es empleada en medicina natural como antihepatotóxica. También para tratar trastornos gastrointestinales como la dispepsia y trastornos biliares. Incluso, su fruto, gracias a la silimarina (uno de sus constituyentes principales) puede ser empleado tanto para reducir el azúcar en sangre como por sus propiedades antioxidantes.

Si alguna vez camináis por bordes de cultivos, caminos, carreteras y baldíos (incluidos descampados urbanos) y queréis identificar dicha planta es más fácil que lo hagáis cuando haya brotado, ya que es una planta anual o bienal, por lo que os será más fácil encontrarla a partir del final del invierno o principio de la primavera, dependiendo del clima.
Sus hojas (de hasta 40cm x 12cm) son sentadas y abrazadoras del tallo, con espinas en el borde y de color verde brillante con un característico dibujo blanco (del retículo) similar a una imagen aérea de las olas del mar rompiendo su espuma, que lo diferencia del resto de cardos de la zona sureste de Madrid. Y, por último, si lo que quieres es apreciar su característico capítulo floral rosado-purpúreo, podrás hacerlo en primavera-verano.
Nos despedimos invitándoos a que os fijéis al caminar en alcorques, descampados, terrenos baldíos y bordes de caminos, a ver si encontráis ésta y muchas otras especies tan beneficiosas tanto para el ser humano, como para otras especies y sus ecosistemas. ¡Que disfrutéis del paseíto floral!
Fuentes:
–https://es.wikipedia.org/wiki/Silybum_marianum
–https://www.avogel.es/enciclopedia-plantas/cardo-mariano-silybum-marianum.html
-Curso de hongos y plantas medicinales: https://empleaverde.catedrademedioambiente.es/







