Uno de los paseriforme de pequeño tamaño (no mayor de 12 cm de longitud), muy común en nuestros bosques pero de una belleza incomparable es el herrerillo común. Como podéis observar en la imagen, este herrerillo presenta una llamativa coloración azul verdosa en el dorso y amarilla en el pecho y vientre, con las mejillas blancas y un dibujo azul cobalto oscuro en forma de boina y perfilando desde los ojos hasta la perilla. Suele presentar una lista central negra que destaca sobre el vientre amarillo.

Ejemplar introduciendo material para construir el nido en una de nuestras cajas nido.
Esta ave emite trinos muy variables, que en ocasiones pueden confundirse con los del carbonero común, aunque resultan un tanto más apagados. Su canto principal es un silvido martilleante (tiiiii-tiiii-tutututu) mientras que los reclamos y alarmas alternan sonido más chasqueantes.
El Cyanistes caeruleus se puede observar durante todo el año en la Península Ibérica, su población es abundante y se encuentra en auge (según estudios del CSIC desde 1998 a 2006). Su hábitat más frecuente son los sotos y dehesas, prefiere bosques frondosos para la nidificación y huecos de árboles, por lo que es una de las especies beneficiarias de la instalación de cajas nido. Es una especie sedentaria, sin grandes migraciones de población y tiende a evitar los bosques oscuros de coníferas. Estas migraciones, se dan debido a la necesidad de alimento ya que su alimentación se basa principalmente en insectos, aunque también puede comer frutos, brotes y semillas. En nuestro Parque Regional del Sureste lo podemos encontrar principalmente en el ecosistema de bosque de ribera y, con menos afluencia, en la Dehesa El Carrascal (ecosistema de bosque mediterráneo) y los carrizales del ecosisitema de humedal.

Herrerillo en los alrededores de nuestro centro.
El herrerillo suele generar una única puesta anual, aunque en ocasiones pueden producirse dos. Ésta es incubada enteramente por la hembra y suele constar de 6 a 12 huevos blancos con moteado rojo durante unas dos semanas. Los polluelos tardan aproximadamente tres semanas en echar a volar y alcanzar su independencia.
Para despedirnos os dejamos con una curiosidad acerca de la etimología de algunos de sus nombres vernáculos: Herrerillo, Herrero, Herreruelo, Calderero que se cree que hacen referencia al canto de este ave se asemeja al ruido que produce el martillo del herrero al golpear con el yunque.
Bibliografía y otras fuentes:
-«ENCICLOPEDIA VIRTUAL DE LOS VERTEBRADOS ESPAÑOLES»
(Sociedad de Amigos del MNCN – MNCN – CSIC).
-«Guia de bolsillo. AVES» Jonathan Elphick y John Woodward (Ediciones OMEGA).
-«Aves de España» Eduardo de Juana, Juan M. Varela (Ed. Lynx).

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