Este verano, el 25 de agosto, realizamos un «Taller de Bombas de Semillas« dentro de nuestra programación de actividades de fin de semana para divulgar y animar a la ciudadanía a conocer esta técnica de restauración de la naturaleza.

El taller realizado en nuestras instalaciones comenzó con una introducción de esta técnica de cultivo, empleada tanto para la agricultura natural como para la regeneración forestal. Hablamos de su creador Masanobu Fukuoka y la revolución que supuso para la recuperación de la naturaleza, sus múltiples ventajas y su fácil acceso a la ciudadanía por sencillez y efectividad.


Las semillas elegidas para la realización del taller fueron jara Blanca (Cistus albidus), retama de bolas (Retama sphaerocarpa) y espantalobos (Colutea arborescens), muy adecuadas para mejorar el entorno del Parque Regional del Sureste.
Una vez identificadas y preparadas las semillas de las diferentes especies pasamos a la preparación de las bolas. Primero humedecimos el polvo de arcilla natural para darle una textura moldeable. Una vez hecha la masa, sacamos trocitos del tamaño aproximado de las bolas a realizar, de entre 2,5 a 4 cm de diámetro. A continuación los aplanamos sobre la mesa. Una vez hecho esto, mezclamos las semillas con un poco de sustrato y las colocamos en un trozo de arcilla aplanado. Para acabar, doblamos la arcilla y procedimos a darle forma de bola con ambas manos. Una vez moldeadas las bolas, las colocamos en las bandejas para que se acabaran de secar y así completar el proceso de elaboración.


Cuando estas bolas se esparzan, la arcilla o barro se deshará con la primera lluvia intensa y las semillas brotarán. Hasta entonces han estado protegidas de los animales y el tiempo adverso, garantizando así su desarrollo en el momento más adecuado.
Como ya se ha comentado el proceso es sencillo, al igual que la posterior diseminación de las semillas, ya que se pueden tirar por el campo en lugares que creamos adecuados para su posterior crecimiento. Pero…¡ojo! Mucho cuidado con esta parte del proceso, porque las plantas que son autóctonas de un lugar pueden convertirse en invasoras de otro. Asesórate por profesionales antes de intervenir en cualquier ecosistema. En este taller los participantes diseminarán las bombas por los alrededores del centro o si tienen un espacio en sus hogares (jardín o parcela) introdujeran estas especies autóctonas en ellos, consiguiendo así una jardinería más sostenible y ecológica.
¡Muchas gracias a todos por venir al taller y ayudar a la diseminación de las especies autóctonas!
Para saber más:
«Bombas de semillas» o Nendo Dango
Masanobu Fukuoka. De la «agricultura natural» al «reverdecer»