La cásida de la alcahofa es un escarabajo que está presente en toda la Península Ibérica, perteneciente a la familia Chrysomelidae, del orden Coleoptera.
Este escarabajo puede llegar a ser muy molesto en los huertos e incluso convertirse en una plaga, afectando sobre todo a las alcachofas y a los cardos. Hoy te hablaremos de esta especie para que tengas herramientas para reconocerla y lidiar con ella.
El adulto mide 6-8 mm, tiene aspecto de lapa que se pega contra la superficie de la hoja, siendo las tonalidades de su cuerpo de color verde claro en los bordes de los élitros, verde amarillento a continuación y verde oscuro en zona central.
Su ciclo vital consta de 2 generaciones al año, pasando siempre el invierno como adultos. Cuando el invierno finaliza, los adultos van recobrando su actividad: emergen de la capa superficial del suelo y ascienden a la planta huésped para alimentarse y para aparearse también.
Las hembras realizan la puesta en grupos de huevos sobre en el envés de las hojas a mediados de marzo.
Cuando las larvas eclosionan, comienzan a alimentarse vorazmente, destruyendo en su totalidad la superficie foliar y completando su desarrollo en un mes. La larva mide menos de 7 mm, son de color negro y se encuentran recubiertas de púas y excrementos para protegerse de los depredadores.
Cuando la larva de la Cásida ha completado su desarrollo, comienza la fase de la metamorfosis para convertirse en adulto, colgándose mediante un hilo por el envés de la hoja para pupar. Estas pupas se encuentran cubiertas por una cutícula. Al cabo de unos 10 días aparecen los nuevos adultos.
A comienzos del verano aparece una segunda generación de larvas, que continúa provocando daños.


Entre finales del verano y comienzos del otoño, con la bajada de las temperaturas, los adultos de esta segunda generación se refugian enterrándose para pasar el invierno y reaparecen de nuevo la primavera siguiente y completando así su ciclo de vida.
Para controlarlos, se puede optar por un tratamiento a base de piretrinas naturales. Pero también se puede usar algún repelente natural formado por ajos, clavos de olor, laurel y/o guindillas. Estos componentes se machacan, se cuelan y se mezclan con agua para aplicarlos con un spray sobre la superficie foliar. Los agricultores han usado estos remedios generación tras generación.
Otro método sería trasladar las plantas a otro lugar antes de la activación de los adultos o cortar la superficie foliar después de las puestas.
Si alguna vez tienes que enfrentarte a esta especie en tu huertito, recuerda que conocer su ciclo vital puede ser de gran ayuda, así como los remedios naturales para poder controlarlos.
Fuentes:


