Bienvenidos a la quinta edición acerca de las plantas medicinales de la huerta Caracol en nuestro blog. En artículos anteriores hemos hablado de la hierba callera, gayuba, tanaceto, culantrillo del pozo, uva de gato, romero, abrótano hembra y tagete. En esta ocasión haremos mención de dos plantas muy conocidas, pero cuyas características curativas puede que os resulten sorprendentes: el orégano y la salvia.
Salvia (Salvia officinalis): Esta planta es un arbusto de la familia de las labiadas, de aproximadamente medio metro de altura, cuyas hojas color turquesa grisáceo tienen la superficie lanceolada y aterciopelada, sobre todo en el envés, gracias a la presencia de pelos en las mismas. Sus flores, bilabiadas, son azules o violetas y se agrupan en el extremo del tallo.
La salvia, también conocida como savia, selima o salima fina, es una planta tremendamente aromática con olor ligeramente alcanforado y sabor amargo variable dependiendo de la variedad. Su nombre proviene del latín salvare que significa curar o salvar. Esto se debe a que ya en la época romana se consideraba como una hierba sagrada muy beneficiosa para la salud. Esta creencia se ha extendido en el tiempo, hasta el punto de que en el siglo XIII una sentencia de la Escuela de Salerno dictaminó: Cur moriartur homo cui salviacrescit in horto? Contra vim mortis non est medicamen in hortis. Es decir: ¿De qué podría morir el hombre que tenía salvia en el huerto? Contra el poder de la muerte no hay planta que valga. Incluso a día de hoy ha perdurado una variante de dicha sentencia en el saber popular: Tiene salvia en el huerto…¡Y el niño muerto!.
En la actualidad, aún se sigue considerando una importante hierba curativa, ya que goza de innumerables propiedades entre las que se incluyen: estimulante, tónica, digestiva, diurética, antiespasmódica, febrífuga, antiséptica, antisudoral, hipoglucemiante, emenagoga, resolutiva y vulneraria.
Orégano (Origanum vulgare): Esta aromática es una planta herbácea, perenne y rastrera que se alza en tallos verticales durante su floración. Sus hojas romboides y pilosas nacen por pares enfrentados desde el mismo nudo, dando aspecto de rosetón visto desde el ápice. Sus flores, que surgen en época estival, se presentan en un ramillete y son rosas y envainadas por hojas rojas.
También se conoce como mejorana silvestre o díctamo, y se creía adelgazante y digestiva, pero se decía que en el huerto asociaba muy mal con la berza.
Se puede recolectar durante su floración y se conserva seco. En la actualidad, se conocen sus cualidades estimulantes, digestivas y diuréticas. Su aceite esencial se utiliza para afecciones respiratorias. También tiene propiedades antisépticas para tratar quemaduras y otras lesiones. Además se usa como condimento, en perfumería y en la elaboración de algunos licores.
Bibliografía y recursos:
-«El huerto ecológico en macetas. Manual de horticultores urbanos.» Hortensia Lemaître y José T. Gállego (Integral).
-«El huerto urbano: Plantas aromáticas. Manual de cultivo de plantas medicinales y aromáticas en balcones y terrazas» Josep Mª Vallés (Ediciones de Serbal).
-«El ABC del huerto» Rosem Le Page y Gerard Meudec (Susaeta).
-«Plantas Medicinales. El Dioscórides renovado.» Pío Font Quer (Península).




