Inaugurado en marzo de 2015, este museo situado en la ciudad de Cuenca, no ha parado de crecer y aumentar su colección en sus 6 años de vida hasta albergar en la actualidad más de 34.000 piezas procedentes de excavaciones paleontológicas de Castilla-La Mancha y de las cuales el 95% son piezas originales.
Aunque la misión fundamental del MUPA es la conservación, protección, documentación y exposición ordenada de los fondos paleontológicos que integran su colección estable; también pretende, entre otras cosas: facilitar el acceso a todo tipo de público, con especial atención a los estudiantes de Castilla-La Mancha; la dinamización social y cultural de la sociedad conquense y castellano-manchega; y la elaboración y realización de productos culturales y educativos.

El Museo tiene una parte exterior y otra interior. La interior está organizada en 11 zonas. La primera de ellas es el pasillo de entrada en donde, gracias a una línea del tiempo y un árbol filogenético, se descubre en qué momento aparecen y desaparecen los diferentes grupos de seres vivos. También se puede observar un mapa con todos los yacimientos paleontológicos de Castilla-La Mancha.
A través de las 8 zonas siguientes se realiza un viaje que comienza hace 550 millones de años (Paleozoico) y finaliza en el Pleistoceno pasando por el Mesozoico y el Cenozoico. Las zonas más llamativas seguramente sean las dedicadas al Mioceno (donde pueden verse réplicas de ejemplares y esqueletos de mamíferos de este período geológico), la del Pleistoceno (en la que se representada una escena de caza de neandertales de un elefante) y la de los dinosaurios (con diferentes réplicas de especies de estos animales).
Las dos últimas salas están dedicadas íntegramente a los principales yacimientos con dinosaurios de Castilla-La Mancha: Las Hoyas (Cretácico Inferior, 125 millones de años) y Lo Hueco (Cretácico Superior, 72 millones de años). En estas salas podrán descubrirse las especies y los ecosistemas presentes a través de láminas, fósiles, vídeos y reconstrucciones.
Una de las especies más importantes es la de Concavenator corcovatus cuyo nombre significa «cazador de Cuenca jorobado» debido a que solo se han encontrado fósiles de esta especie en esta provincia y a que tiene dos vértebras extremadamente altas delante de las caderas que los científicos apuntan a que formaban una cresta soportando posiblemente una especie de joroba.










Por último estaría la zona exterior, para cuya visita no hace falta tener entrada. Esta es una zona ajardinada con charcas para anfibios y un recorrido en la que están presentes réplicas de varias especies de dinosaurios y desde la cual se puede disfrutar de una buena panorámica de la ciudad de Cuenca y su casco histórico.






Así que ya sabes, este verano, si vas a Cuenca no puedes perderte este magnífico museo, seas amante de los dinosaurios o no.
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