En abril, habas en el mandil.

En una sociedad cada vez más urbana resulta fundamental que los ciudadanos retomen el contacto con la naturaleza. El contacto con el huerto puede ser una buena manera de empezar y retomar la conexión con los ciclos naturales, en este caso de las plantas.

La huerta nos regala las plantas de las que nos alimentamos y hay un cultivo que disfrutamos ahora pero que se sembró en los meses de más frío. Estamos hablando de las habas, Vicia faba. Pertenece a la familia de las leguminosas.

Es fácil pensar que la huerta en invierno cesa su actividad, pero este cultivo crece despacito durante los meses de más frío y se mantienen a la espera de la subida de las temperaturas para aumentar su crecimiento y empezar a reproducirse ayudado por la llegada de los polinizadores. Es una planta melífera, sus flores están adaptadas para que los polinizadores puedan acceder fácilmente.

Las habas toleran el frío pero pueden sembrarse todo el año, menos en verano, aunque ¡ojo!, debemos saber que las habas nacidas con frío toleran las bajas temperaturas, pero a las nacidas con calor les cuesta mucho más y podemos sufrir hasta la pérdida de la mata con la llegada del frío.

En la zona centro se pueden poner a partir de octubre durante todo el invierno, aunque es más aconsejable ponerlas antes de que la tierra se congele. Por lo tanto, cuando llega la primavera ya tenemos una planta con un sistema radicular fuerte y en muy poco tiempo tendremos frutos, por eso será una de las primeras cosechas que recogeremos en abril.

A quien le gusten más con vaina, las tendrán que coger más tiernas y si no, esperaremos un poco más.

Así que si alguna vez habías oído nombrar “En abril, las habas en el mandil” y no sabías por qué era, ahora ya sabes que forma parte del refranero popular.

Espantalobos (𝘾𝙤𝙡𝙪𝙩𝙚𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙥𝙖𝙣𝙞𝙘𝙖)

Entre la vegetación que está presente en el Parque Regional del Sureste se encuentra el espantalobos (𝘾𝙤𝙡𝙪𝙩𝙚𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙥𝙖𝙣𝙞𝙘𝙖) , o también conocida como espantazorras, garbancillo o sonajas. El origen etimológico de la palabra Colutea (nombre del género al que pertenece) deriva de un vocablo griego que alude a sus característicos frutos y al ruido que producen al entrechocar cuando las ramas son movidas por el viento. De hecho, el nombre común de la especie, espantalobos, hace alusión a que el ruido provocado por las vainas secas con sus semillas se decía ahuyentaban a los lobos.

Pertenece a la familia de las fabaceas o leguminosas, con lo que realizan la fijación de nitrógeno, y es un endemismo de la Península Ibérica extendido por el centro, sur y este de España. Crece en suelos calizos y margosos, claros de encinares, quejigares y coscojares sobre calizas, margas calizas, margas yesíferas e incluso yesos. También en matorrales y pastizales heliófilos mediterráneos, atochares, aulagares, romerales, pitanares, efedrales, tomillares, etc. En el Parque Regional del Sureste se encuentra en los páramos calizos donde existen aún vestigios de la vegetación que debió existir antes de que el hombre interviniese el medio.

Se trata de un arbusto que puede alcanzar hasta 3 metros de altura, de hojas caducas, alternas y compuestas por 3-7 pares de foliolos enfrentados, más uno terminal (imparipinnadas). Florece en los meses de verano y presenta inflorencencias con 2 a 5 flores amarillas con venas muy finas de color rojizo en el estandarte.

La polinización se realiza por insectos y es una planta melífera. El fruto es una legumbre globosa en la madurez, de 4 a 8 cm de longitud x 2 a 3 cm de grosor, que da la sensación de estar inflada y de aspecto papiráceo, es decir, como el papel, tan característica como inconfundible y típica del género. Dentro presenta numerosa semillas de color negruzco.

Este bello arbusto es la planta nutricia de las orugas de las mariposas diurnas (Ropalóceros) Iolana iolas (especie protegida) y Lampides boticus; y también de otras mariposas nocturnas (Heteróceros). A pesar de ser la planta nutricia de un lepidóptero protegido en la Comunidad de Madrid, ni esta especie ni su hábitat gozan de protección.

En cuanto a sus usos tradicionales, las semillas de esta planta han sido usadas por sus propiedades eméticas y sus hojas y frutos tienen propiedades purgantes. Además, es utilizada en jardinería para frenar la erosión.

Fuentes:

https://www.comunidad.madrid/servicios/urbanismo-medio-ambiente/anuario-biodiversidad-espacios-naturales-protegidos-sur-comunidad-madrid

http://www.rjb.csic.es

http://www.floraiberica.es

http://www.arbolapp.es