Cerceta común (Anas crecca)

Ya hemos dicho alguna vez que el invierno es temporada de anátidas en el sureste madrileño y una de las especies que podemos ver en las aguas del Parque Regional del Sureste en esta época del año es la cerceta común (Anas crecca). Este pato de apenas 38 cm de largo (el más pequeño de todos) es, a poco que nos fijemos, fácil de diferenciar del resto de anátidas presentes.

Macho de cerceta común nadando en una laguna. Fuente: sendasdemadrid.es

Como el resto de especies de patos, en la cerceta común existe un marcado dimorfismo sexual. El macho, más llamativo, presenta: pico oscuro, cabeza de color marrón castaño con un antifaz de color verde oscuro desde el ojo hasta la nuca, pecho blanco moteado, cuerpo grisáceo atravesado por una estrecha banda longitudinal blanca y popa de color negro con bandas laterales amarillas. Por su parte, la hembra es de color parduzco. Lo que permanece en ambos casos igual es el espejuelo de color verde metálico.

Diferencias entre la hembra (al fondo) y el macho (al frente) de cerceta común. Fuente: seo.org

Presente en toda la Península Ibérica, es fundamentalmente invernante con muy pocos puntos reproductores. Habita fundamentalmente humedales (naturales y artificiales) y puede vérsela también en ríos.

Aunque en verano puede comer algún pequeño invertebrado (larvas de insectos, gusanos, crustáceos o moluscos) principalmente se alimenta de materia vegetal que localiza con su pico en el fondo de aguas someras.

Es la hembra la que construye el nido entre la maleza (a base de hojas, hierbas y otro tipo de material vegetal) que sitúa cerca del agua donde pone (entre marzo y abril) e incuba (durante 21 días) una puesta de entre 8 y 10 huevos.

Catalogada como «Preocupación menor» en el Libro Rojo de las Aves de España su población en el país fluctúa mucho cada año ya que su presencia depende mucho de las olas de frío del norte de Europa. Aún así puede estimarse en una media de unos 90.000 individuos en periodo invernante. Sus principales amenazas son la pérdida y modificación de su hábitat, su sensibilidad a las perturbaciones humanas (molestias de las actividades de ocio al aire libre) y el sobrepastoreo.

Macho en el que se observa el espejuelo color verde metálico típico de la especie.

¡Así que ya sabes! Si en estos meses de invierno paseas por alguno de los humedales del Parque Regional del Sureste, tráete tus prismáticos y trata de localizar a esta bonita especie.

Bibliografía:

seo.org

sendasdemadrid.es

Libro Rojo de las Aves de España

Ánade real (𝑨𝒏𝒂𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒕𝒚𝒓𝒉𝒚𝒏𝒄𝒉𝒐𝒔)

¿Quién no ha venido al Campillo y durante su paseo ha escuchado un cuac cuac característico? Se trata del sonido de la que seguramente sea la especie de pato más extendida y común, no solo en el Parque Regional del Sureste, sino de la Península Ibérica: el ánade real.

Macho de la especie nadando en los alrededores de nuestro centro.

Habitante de todo el hemisferio norte y algunas zonas del norte de África, es un ave extraordinariamente generalista en lo que a sus necesidades ambientales se refiere. En la actualidad es, junto a la focha o la gallineta, una de las aves más fáciles de ver e identificar en nuestra laguna ya que, al igual que estas, es un ave residente que puede verse durante todo el año tanto en ríos como en arroyos y todo tipo de lagunas nadando casi siempre en pareja. Además, su número puede verse incrementado en invierno gracias a los individuos migrantes del norte de Europa. Las principales amenazas que se ciernen sobre la especie son: la intensa presión cinegética a la que se ve sometida la especie y la progresiva alteración de los humedales donde habita.

Como la mayoría de las anátidas (patos), presenta un dimorfismo sexual bastante acusado permitiendo diferenciar rápidamente un sexo del otro. El macho presenta pico amarillo, cabeza y cuello verde brillante con iridiscencias (más oscuro y apagado en época no reproductora), collar blanco, pecho castaño, cuerpo grisáceo y «culete» negro con dos plumas rizadas. Además, presenta un espejuelo azul que le diferencia de otros machos que pudieran ser similares y le otorga el nombre de «azulón». Por su parte, la hembra, algo mas pequeña que el macho, es más difícil de identificar si se encuentra junto a hembras de otras especies debido a su color parduzco moteado. Para su identificación hay que fijarse en el espejuelo de color azul antes citado que comparte con el macho y es típico de la especie.

De hábitos alimenticios principalmente herbívoros (algas, brotes, hierba, frutos), puede comer también insectos, gusanos, moluscos o pequeños peces. Para ello, no solo se alimenta en el agua, sino que no duda en salir de ella frecuentando praderas, campos de cereal y bosque abiertos.

Es en el mes de febrero cuando comienza la época reproductora de la especie con un complejo cortejo compuesto por una mezcla de posturas, batido de alas, movimientos acuáticos y despliegue de cola, acompasados por graznidos y silbidos. La hembra es la encargada de amontonar ramitas, hierbas, hojas y plumón entre la vegetación palustre o en zonas de matorral que harán las funciones de nido y en donde pondrá los huevos de color verdoso, beis y/o azulados (hasta 13 y a razón de uno por día). Tras casi un mes de incubación se produce la eclosión de unos pollos que, totalmente recubiertos de plumón oscuro con manchas amarillas, son capaces de nadar y bucear casi nada mas nacer, aunque no es hasta los dos meses de vida cuando podrán volar.

Hembra nadando en nuestra laguna seguida de sus patitos.

Si aún no has visto a este especie de pato por la laguna, te invitamos a venir a visitarnos para que la observes. Si lo haces en primavera igual hasta tienes suerte y podrás ver a una hembra con sus pollitos. ¡Te esperamos!

Fuentes:

Seo.org

Aves otoñales de la Laguna de El Campillo

Dos de las características más llamativas de la avifauna que podemos observar en la laguna de El Campillo es que es muy diversa y variante. Diversa, debido a los ecosistemas que la rodean (bosque de ribera, cortados yesíferos y campos de cultivos); y variante, ya que, dependiendo de la época del año en que la visitemos, podremos ver unas especies u otras. Por eso, la llegada del otoño no sólo trae consigo un cambio de colores a la laguna sino que también conlleva, en parte, un cambio en sus habitantes.

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Una focha cruza la laguna cerca de la orilla con nuestro Centro al fondo.

Sin quererlo, los residentes del sureste de Madrid que se desplazan a sus trabajos cuando está amaneciendo, podrán observar grandes bandos de garcillas bueyeras. Éstas abandonan la laguna de El Campillo donde tienen sus dormideros rumbo al vertedero de Valdemingómez. Justo al contrario, cuando cae el sol, vuelven a la laguna. Estos son los mejores momentos para disfrutar de su vuelo en grandes grupos pero, si queremos verlas posadas, podemos venir antes de que salga el sol o esperarlas en la laguna antes de su llegada.

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Un bando de garcillas bueyeras a punto de alzar el vuelo.

Otras especies que también realizan esta migración diaria con el mismo destino son las cigüeñas y las gaviotas. Si bien las cigüeñas son por todos conocidas y fáciles de ver durante todo el año, impresiona ver durante la mañana las concentraciones de ejemplares alzando el vuelo en círculos (como hacen los buitres) aprovechando las corrientes de aire caliente. Así como su vuelta al anochecer a sus nidos situados encima de las antenas o torres eléctricas por encima de la Marañosa.

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Varias de las especies que podemos observar en estos meses. 1. Gorrión moruno (Passer hispaniolensis) buscando comida entre los álamos. 2. Pato cuchara (Anas clypeata) nadando en la laguna de El Campillo. 3. Cigüeña (Ciconia ciconia) alimentándose en el río Jarama

Por su parte, las gaviotas comienzan a llegar a comienzos del otoño y descansan en mitad de la laguna. A éstas se las suele ver regresar a la laguna a media mañana y, es tal la cantidad de individuos que llegan que, cuando sobrevuelan la laguna, lo convierten en uno de los espectáculos más impresionantes que pueden verse.

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Bando de gaviotas llegando y ocupando parte de la superficie de la laguna de El Campillo.

Otros de los invernantes mas fáciles de ver y reconocer son el cormorán grande y el pato cuchara. El cormorán sobrevuela la laguna y el río Jarama con sus negros y metálicos colores, descansando sobre las ramas de los árboles del bosque de ribera. Por su parte, el pato cuchara nada tranquilamente sobre las aguas de la laguna, muchas veces con su pico entreabierto alimentándose del plancton y los restos orgánicos que flotan en la superficie de las lagunas.

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Dos cormoranes (Phalacrocorax carbo) descansando en las ramas del bosque de ribera.

Una de las especies más difíciles de ver en el Parque Regional del Sureste, no sólo por ser invernante sino por su escasez, es el milano real. Afortunadamente, durante algunas semanas del mes de noviembre, hemos podido observar una pareja sobrevolando los cortados de El Piul en búsqueda de alimento.

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Milano real (Milvus milvus) sobrevolando los cortados.

A estas especies que podemos observar durante el otoño se suman otras que residen durante todo el año en esta zona de Madrid. Nos referimos, entre otras, a las fochas, las gallinetas, el martín pescador, el petirrojo o el carbonero común. Y otras como las grullas que pudieron verse durante noviembre surcando los cielos del sureste durante su viaje a las zonas de invernada.

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Bando de grullas sobrevolando la laguna.

Todas estas aves, y muchas más, te están esperando en el camino que rodea la laguna de El Campillo. Puedes venir a recorrerla por tu cuenta con tus prismáticos o venirte con nosotros para descubrir más sobre  sus aves y sus secretos. Échale un ojo a nuestra programación y apúntate a nuestra próxima senda guiada por la laguna de El Campillo. ¡Te esperamos!

Pato cuchara

Una de la especies de aves invernantes más comunes y fáciles de identificar en el Parque Regional del Sureste es la que os vamos a presentar hoy: el pato cuchara (Anas clyppea). Este pato, también llamado cuchara común, de unos 44-52 cm de largo y 500-700 gr de peso, recibe ese nombre por su característico pico en forma de cuchara.

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Grupo de patos cucharas alimentándose en la Laguna de El Campillo

Este pico está perfectamente diseñado para la filtración del agua y conseguir todo tipo de materia vegetal y pequeños animales (insectos, larvas, crustáceos, moluscos…). Su alimentación es uno de los comportamientos más comunes y curiosos de observar. El pato cuchara sitúa el pico de manera horizontal sobre el agua y la va filtrando para conseguir el alimento. Sin embargo, cuando se encuentra en aguas más profundas, se alimenta como el resto de patos. Además, puede pastar en campos de cultivo, arrozales o pastizales, donde suele agruparse en grandes bandos.

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Una hembra arrascándose la cabeza. Se observa muy bien la forma del pico que tiene esta especie.

La identificación, al menos la del macho, es muy sencilla por el patrón de coloración que presenta en su plumaje nupcial (en invierno): pico oscuro y largo, cabeza verde brillante, pecho blanco, laterales y vientre marrones, dorso negro y popa blanca y negra. En verano el macho pierde esta coloración que cambia a tonos oscuros y canelas. La hembra, por su parte, es parda y pueden diferenciarse de otras hembras por la forma del pico.

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Una pareja de patos cuchara descansando en la vegetación que crece alrededor de la laguna. Se observa muy bien el dimorfismo sexual que existe en la especie.

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Detalle de un macho con su típica coloración nupcial.

Otro de los comportamientos de esta especie más fáciles de observar en nuestra laguna es el comportamiento nupcial. Durante esta época, los machos se concentran en la laguna y nadan en grupo alrededor de las hembras esperando a ser el elegido. 

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Hembra y macho de pato cuchara nadando en círculo.

En el mes de abril, la hembra deposita en el nido (una acúmulo de vegetación forrada con abundante plumón) entre 9 y 11 huevos que eclosionan simultáneamente tras 22-24 días de incubación. Los pollos son capaces de volar a los 40-45 días.

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Un macho y una hembra nadando en los alrededores de nuestro centro.

La especie en España no suele reproducirse, aunque si es fácil de observar durante el invierno y muy a menudo formando bandos mixtos con otras especies de anátidas como el porrón común. En el Parque Regional del Sureste se concentran 1.500 individuos invernantes y en su mayoría proceden del norte de Europa.

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Grupo mixto de patos cucharas y porrones europeos, fácilmente observables desde el mirador de nuestro centro.

Seguro que si habéis visitado nuestra laguna durante el invierno ya les conocéis  Sino, aún estáis a tiempo de verles antes de que migren al norte a pasar el verano.

Bibliografía:

  1. http://www.seo.org/ave/cuchara-comun/
  2. Guía de la Naturaleza en el Parque Regional del Sureste. Grupo NAUMANI. 2005.
  3. Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-SEO/BirdLife. Madrid. 2012.
  4. Guía de campo de las aves de España y Europa. Rob Hume. Ediciones Omega. 2002.