Carrascal de Arganda

Si bien el Parque Regional del Sureste es conocido por sus grandes lagunas, sus cortados yesíferos y el bosque de ribera que flanquea los ríos, en las más de 31 mil hectáreas que componen el parque podemos encontrar otros ecosistemas. Uno de ellos es el bosque mediterráneo.

Aunque de manera muy relicta, pero con gran importancia ecológica y paisajística, podemos encontrar este ecosistema en algunos rincones del PRSE. Sin embargo, en su día, este paisaje debió dominar grandes extensiones. La búsqueda de terrenos de cultivo y de pastos y el uso de la masa forestal como madera por parte del hombre hicieron reducir bruscamente su distribución.

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Vista panorámica. En primer término, el Carrascal. En segundo, el valle del Jarama. Al fondo la ciudad de Madrid y la sierra de Guadarrama.

Uno de los rincones más importantes de bosque mediterráneo en el PRS es el del Carrascal de Arganda, situado en el término municipal de Arganda del Rey. El nombre de carrascal tiene su origen en el árbol más representativo de este paisaje: la encina, también llamada carrasca.

Al tratarse este bosque de un encinar manchego, propio de suelos básicos, junto con las encinas nos encontraremos otras especies del género Quercus como la coscoja (Quercus coccifera) o el quejigo (Quercus faginea), fácilmente identificables por la diferencia de sus hojas, sus portes y, en el caso del quejigo, por la marcescencia de sus hojas. 

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Las tres especies originales de el Carrascal presentes en gran parte de su superficie. 1. Coscoja 2.Quejigo 3.Encina

También, y debido a una reforestación en los años 40, nos encontramos con una importante población de pino carrasco (Pinus halepensis) que sirve de cobertura para la recolonización natural de plantas propias de este bosque.

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Vista general de la zona reforestada donde empiezan a aparecer de manera natural las plantas típicas del bosque mediterráneo.

Acompañando a estas, y variando según las condiciones del suelo, nos encontraremos con un gran surtido de jaras y tomillos, romeros, esparragueras, madreselvas, lavandas y alguna curiosidad botánica como la gayuba (Arctostaphylus uva-ursi).

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Algunas de las plantas que podemos encontrarnos durante nuestra visita. 1.Hierba pincel 2.Espino negro 3.Madreselva

Entre los animales que podemos encontrar, difíciles de ver por la cobertura arbórea, se encuentran el zorro, el erizo, el conejo, el lirón careto, el jabalí, el alcaudón, el carbonero, el pájaro carpintero, el petirrojo, varias especies de lagartijas y la víbora hocicuda. Sin embargo, lo que si podremos encontrarnos serán los restos y los rastros de alguno de ellos.

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Piñas comidas por ardillas y roedores fáciles de encontrar en el suelo del Carrascal.

Son muchos los caminos que recorren las mas de 130 hectáreas de este encinar. Os invitamos a visitarlo con nosotros o a perderos por sus senderos en cualquier época del año para descubrir sus secretos.

Plantas medicinales en el Huerto Caracol (I)

En el Centro El Campillo podéis visitar un montón de cosas, entre ellas, nuestro Huerto didáctico Caracol, ¿lo conocéis? En él hay árboles frutales, plantas aromáticas, plantas medicinales… Y hoy os queremos hablar de algunas de esas plantas medicinales, que quizá conocéis, o al menos habréis visto alguna vez:

  • Hierba callera (Sedum telephium)
HierbaCallera

Hierba callera en el Huerto Caracol

La hierba callera es una planta perenne, suculenta, perteneciente  a la familia de las crasuláceas. Como las demás plantas de su género,  almacena agua en sus hojas, lo que le ayuda a sobrevivir a las sequía. Florece en pleno verano, mostrando unas inflorescencias de color púrpura, tintada a veces con tonalidades blancas o rosa pálido. Se encuentra en zonas montañosas de Europa central y meridional, en bosques, setos y áreas umbrías.

Se usa en la preparación de ensaladas, sopas y purés; pero su principal virtud es la vulneraria, ayudando a activar la cicatrización y encoramiento; para usarla se retira la fina capa que cubre la cara superior de sus hojas y la molla se aplica sobre las llagas, quemaduras, cortes… Aunque su nombre viene de su uso para ablandar los callos.

Los antiguos conocieron diversas hierbas llamadas telephion, pero no es fácil identificarlas. Según Andrés Laguna, una de ellas se llama telephium, «porque sana las llagas malignas y desahuciadas, como aquellas que consumieron a Télefo, rey de la Misia, las cuales también se llaman, por esta razón, telefias«.

  • Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi)
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Gayuba en el Huerto Caracol

La gayuba, también conocida como uva de oso, es un arbusto perenne, que pertenece a la familia de las ericáceas. Florece -mostrando unas flores rosadas o blanquecinas con 5 sépalos pequeños y redondeados- desde marzo hasta julio, según la localidad, y sus frutos -redondos, carnosos, pequeños y rojos- maduran a final de verano o en otoño. Se encuentra en la mayor parte de Europa, Asia y América boreal, en suelos silíceos y calizos, y tiene preferencia por collados y laderas pedregosas algo frescas de las montañas.

Es famosa por su uso para las dolencias del aparato urinario por su contenido en arbutina y metilarbutina, ambas sustancias inocuas que se mantienen como tales hasta que llegan a los riñones y entran en contacto con la orina, también sirve para el tratamiento de cálculos renales (como bactericida) y es buen diurético.

El uso de la gayuba como planta medicinal se remonta a lejanos tiempos en los países nórdicos, aparece como tal en el  siglo XIII en algún libro de plantas medicinales. El famoso viajero botánico Charles de l’Écluse la describe en 1576 y le parece que coincide por la descrita por Galeno como uva-ursi muchos siglos antes

Esto es sólo una parte de todo lo que podéis encontrar en nuestro huerto, así que… ¡continuará!