
Cortados desde la laguna Campillo
Desde nuestro Centro podemos apreciar una vista excelente de los cortados yesíferos del río Jarama. Contrastan con la planicie de las llanuras por las que discurre el río e incluso pueden evocarnos ambientes desérticos. Se trata de uno de los parajes más emblemáticos y vulnerables del sureste de la Comunidad de Madrid. Son zonas de calizas y yesos con un alto interés científico, paleontológico y arqueológico, con el más alto nivel de protección dentro del Parque Regional del Sureste (PRS), puesto que están sometidas a importantes amenazas como la actividad extractiva, la inadecuada protección de sus recursos y una serie de factores derivados de su carácter periurbano.
Estos cortados yesíferos se crearon gracias a la evaporación de grandes masas de agua salinas que cubrían los fondos de las depresiones durante el Mioceno y la sedimentación posterior de dichos yesos. Debido al clima mediterráneo y a la erosión de los materiales, se ha dado lugar a un paisaje desértico que podemos encontrar en la Comunidad de Madrid. Dentro del PRS constituyen uno de los rasgos más característicos y llamativos del paisaje, los podemos encontrar a lo largo y ancho de su territorio normalmente cerca de los cursos de los 4 ríos que podemos encontrar en el Parque (Jarama, Manzanares, Henares y Tajuña).
Como resultado del origen de los cortados y el clima seco propio del mediterráneo, obtenemos un suelo bastante pobre y poco desarrollado con alto contenido en sales. Por lo tanto, en este ecosistema podemos encontrar una vegetación muy especializada y adaptada a estas dificultades en la que es fácil encontrar endemismos, que se conoce como vegetación gipsófila. Hay que destacar la predominancia en este ecosistema del jabunal (Gypsofila struthium) como matorral leñoso abundante en la zona que se utilizaba antiguamente por sus propiedades jabonosas, acompañada comúnmente de tomillos (Thymus sp.) y jarillas (Heliantemum sqamatum), entre otras plantas. A parte, podemos encontrar también, en la base de los cerros y depresiones la ontina (Artemisa herba-alba) un arbusto nitrófilo de medio metro de alto. Junto a él aparecen el sisallo (Salsola vermiculata), hármaga (Peganum harmala), efedra (Efhedra fragilis) etc.
Por último, en cuanto a vegetación, es obligatorio hablar de los espartales, en los que son característicos el esparto (Stipa tenacissima) y el albardín (Lygeum spartum). Se trata de gramíneas fácilmente identificables por su significativo «plumero» en las laderas soleadas de los cortados, estos plumeros son las agrupaciones de flores de dichas plantas. Los espartales contribuyen a la formación de humus y protegen el suelo de la erosión.
En lo relativo a la fauna, también muy representativa de este ecosistema, podemos destacar a las aves como el grupo mejor representado con el permiso de los invertebrados. Están presentes entre otras el búho real (Bubo bubo), el halcón peregrino (Falco peregrinus), la chova piquirroja (Pyrrhocorax phyrrhocorax) y los abejarucos (Merops apiaster) como representante estival. Otro grupo que está bien representado en los cortados es el de los reptiles, pudiendo encontrar fácilmente culebras de escalera (Rhinechis scalaris) y lagartos ocelados (Timon lepidus). En cuanto a los mamíferos podemos destacar a la gineta (Genetta genetta) o al tejón (Meles meles). Por último mencionar también al singular escarabajo avispa (Plagionotus marcorum), endémico de los yesales del centro de la península que está ligado a una única planta de la cual se nutre, la malva (Lavatera triloba).








