La coscoja (𝙌𝙪𝙚𝙧𝙘𝙪𝙨 𝙘𝙤𝙘𝙘𝙞𝙛𝙚𝙧𝙖)

Como hemos comentado en otras entradas del blog, en el Parque Regional del Sureste hay un total de cinco ecosistemas representados: humedal, bosque de ribera, cortados yesíferos, estepa cerealista y bosque mediterráneo. Hoy queremos hablaros de la coscoja, uno de los principales representantes de la flora del bosque mediterráneo.

Coscoja (Quercus coccifera)

Descripción botánica

La coscoja (Quercus coccifera), también conocida como carrasquilla, chaparro o maraña, es una especie arbustiva de hasta 2 metros de altura aproximadamente, que rara vez alcanza porte arbóreo. La corteza es lisa y tiene color gris cenicienta. Presenta hojas simples y alternas, persistentes, muy rígidas y con forma ovalada. Es fácil diferenciarla de la encina (Quercus ilex) por las hojas que presentan tonos verdes muy vivos y brillantes, y carecen de pelos en el envés. Además, el margen de las hojas posee dientes espinosos a lo largo de toda su existencia.

Detalle de las hojas de la coscoja

Las flores crecen durante la primavera, y se disponen en forma de largos amentos amarillos masculinos que carecen de pétalos y sépalos. Las flores femeninas se disponen solitarias o en grupos de 2 o 3, y crecen en la misma planta, por lo que se trata de una especie monoica. Los frutos se dan, al igual que en el resto de especies del género Quercus, en forma de bellotas que fructifican durante el otoño. A diferencia de otras especies del género Quercus, la bellota de la coscoja presenta pinchos en su cascabillo o caperuza, y es más redondeada que la de la encina. También es amarga, por lo que no es apta para alimentación humana.

Bellotas de la coscoja con pinchos en su caperuza

Distribución y ecología

La coscoja está presente en toda la región mediterránea, y aparece desde el nivel del mar hasta los 1.200-1.300 metros de altitud, aunque a partir de los 1.000 metros comienza a escasear debido a su preferencia por climas cálidos. Puede desarrollarse en diferentes tipos de suelo como la encina o el quejigo (Querqus faginea), aunque tiene preferencia por suelos básicos o calcáreos y tolera incluso los suelos yesíferos como aquellos que forman parte de los cortados de Rivas.

En cuanto a las condiciones climáticas, soporta bien las temperaturas estivales extremas y los largos períodos de sequía, típicos del clima mediterráneo continental. Por contra, no tolera bien las heladas intensas y continuas. Otra característica importante es su resistencia frente al fuego, que también se da en otras especies propias de climas secos. Es capaz de rebrotar con facilidad después de un incendio forestal.

Puede aparecer formando matorrales puros conocidos como coscojares, en ocasiones sustituyendo a masas arbóreas del bosque mediterráneo como encinares y robledales que han sido degradados o quemados. También suele asociarse con otras especies como la propia encina, el pino resinero (Pinus pinaster), el acebuche (Olea oleaster) o las sabinas y enebros (Juniperus sp.).

Coscoja y otras especies típicas del bosque mediterráneo

Usos y curiosidades

¿Sabías que gracias a la coscoja en la antigüedad se teñían de color carmesí las capas de los senadores romanos? La coscoja en ocasiones es huésped de algunas cochinillas del género Kermes sp., unos insectos hemípteros que parasitan esta especie y otras del género Quercus, lo que puede dar lugar a la aparición de agallas en la estructura vegetal de la planta. Según cuentan los historiadores, de los cuerpos secos de las hembras de estas cochinillas lograban conseguir un tinte rojizo, conocido como quermes, con el que obtenían el color carmesí de las capas.

Formación de agallas

La coscoja también ha sido utilizada tradicionalmente para curtir pieles gracias a la elevada presencia de taninos en su corteza y raíces. Si bien la madera no es de gran calidad y apenas se utiliza en la industria maderera, la leña obtenida sí que permite obtener un carbón de gran calidad gracias a su elevada capacidad calorífica.

Ahora que conoces un poco más sobre esta especie tan característica del bosque mediterráneo, puedes venir a verla el próximo sábado en nuestra senda guiada por la Dehesa del Carrascal en Arganda del Rey.

¡Te esperamos!

Para saber más:

https://es.wikipedia.org/wiki/Quercus_coccifera

https://www.arbolapp.es/especies/ficha/quercus-coccifera/

https://www.malaga.es/es/laprovincia/naturaleza/lis_cd-13075/coscoja-quercus-coccifera

https://www.diputoledo.es/global/5/ver_pdf/31950

https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal/documents/20151/420718/UMBRIA_NOV_2019.pdf/1337e185-f8bf-0d03-ad63-c99c72af7be8?t=1574946921000

https://es.wikipedia.org/wiki/Kermes_vermilio

https://es.wikipedia.org/wiki/Kermes_ilicis

¿Sabes lo qué es una xiloteca?

De las muchas colecciones de todo tipo que puede haber en el mundo, puede que te sorprenda pensar en en la existencia de un lugar que conserve y sirva como colección de los diferentes tipos de maderas que ofrecen las especies de flora leñosa.

Formada por las raíces griegas “xylon”, que significa “madera”, y “theke”, que significa “caja o armario”, una xiloteca se define como el lugar que alberga una colección de maderas de diferentes partes del mundo.

Además de su almacenamiento y conservación, este armario de maderas otorga todo tipo de información sobre las distintas clases de maderas y las especies leñosas de las que procede. Por ello, una xiloteca cumple una importante función científica al permitir el estudio de aspectos como las propiedades físicas de la madera, su durabilidad y conservación. Todo ello también tiene utilidad para la industria y el comercio, pues su estudio nos ofrece información acerca de parámetros claves para su valoración económica. Además, a todo lo anterior hay que sumar también su uso educativo, ya que la información sobre cada madera y ejemplar supone un gran recurso didáctico a la hora de aprender y conocer más sobre cada uno de ellos.

¿Dónde puedo visitar una de estas instalaciones?

Si estás pensando en visitar alguna xiloteca en nuestro país, una de las más recientes es la que se encuentra en el Real Jardín Botánico Juan Carlos I de la Universidad de Alcalá de Henares.

Titulada como “Maderas del mundo”, esta colección fue iniciada en el año 2022 y actualmente cuenta con más de 1.200 maderas de diferentes ejemplares de flora leñosa de España, Europa, y América del Norte, así como algunas de otras regiones del mundo. Se trata de la primera xiloteca inaugurada en un jardín botánico de nuestro país, y ya es la tercera más importante en cantidad de ejemplares albergados por una institución.

Si vas a visitarla, podrás conocer todo sobre cada madera y especie vegetal de la que procede, con toda la información accesible con códigos QR y acompañados de dibujos, fotografías y esquemas. Además, podrás encontrar otra interesante colección de herramientas y objetos artesanales de madera o relacionados con la misma.

Y por supuesto, si aún no has tenido ocasión de visitar el Real Jardín Botánico Juan Carlos I de la Universidad de Alcalá, puedes hacerlo completando así tu visita a la xiloteca. En el Jardín encontrarás diferentes recintos temáticos con ejemplares de flora regional, ibérica y mundial.

¡Un plan perfecto para cualquier mañana de fin de semana!

Para saber más:

es.wikipedia.org/wiki/Xiloteca

botanicoalcala.es/xiloteca

www.xiloteca.com/presentacion.html

botanicoalcala.es/

portalcomunicacion.uah.es/sala-prensa/notas-prensa/El-Real-Jardin-Botanico-de-la-Universidad-de-Alcala-presenta-sus-nuevas-instalaciones/

Taller de bombas de semillas en El Campillo

Este verano, el 25 de agosto, realizamos un «Taller de Bombas de Semillas« dentro de nuestra programación de actividades de fin de semana para divulgar y animar a la ciudadanía a conocer esta técnica de restauración de la naturaleza.

El taller realizado en nuestras instalaciones comenzó con una introducción de esta técnica de cultivo, empleada tanto para la agricultura natural como para la regeneración forestal. Hablamos de su creador Masanobu Fukuoka y la revolución que supuso para la recuperación de la naturaleza, sus múltiples ventajas y su fácil acceso a la ciudadanía por sencillez y efectividad.

Las semillas elegidas para la realización del taller fueron jara Blanca (Cistus albidus), retama de bolas (Retama sphaerocarpa) y espantalobos (Colutea arborescens), muy adecuadas para mejorar el entorno del Parque Regional del Sureste.

Una vez identificadas y preparadas las semillas de las diferentes especies pasamos a la preparación de las bolas. Primero humedecimos el polvo de arcilla natural para darle una textura moldeable. Una vez hecha la masa, sacamos trocitos del tamaño aproximado de las bolas a realizar, de entre 2,5 a 4 cm de diámetro. A continuación los aplanamos sobre la mesa. Una vez hecho esto, mezclamos las semillas con un poco de sustrato y las colocamos en un trozo de arcilla aplanado. Para acabar, doblamos la arcilla y procedimos a darle forma de bola con ambas manos. Una vez moldeadas las bolas, las colocamos en las bandejas para que se acabaran de secar y así completar el proceso de elaboración.

Cuando estas bolas se esparzan, la arcilla o barro se deshará con la primera lluvia intensa y las semillas brotarán. Hasta entonces han estado protegidas de los animales y el tiempo adverso, garantizando así su desarrollo en el momento más adecuado.

Como ya se ha comentado el proceso es sencillo, al igual que la posterior diseminación de las semillas, ya que se pueden tirar por el campo en lugares que creamos adecuados para su posterior crecimiento. Pero…¡ojo! Mucho cuidado con esta parte del proceso, porque las plantas que son autóctonas de un lugar pueden convertirse en invasoras de otro. Asesórate por profesionales antes de intervenir en cualquier ecosistema. En este taller los participantes diseminarán las bombas por los alrededores del centro o si tienen un espacio en sus hogares (jardín o parcela) introdujeran estas especies autóctonas en ellos, consiguiendo así una jardinería más sostenible y ecológica.

¡Muchas gracias a todos por venir al taller y ayudar a la diseminación de las especies autóctonas!

Para saber más:

«Bombas de semillas» o Nendo Dango

Masanobu Fukuoka

Masanobu Fukuoka. De la «agricultura natural» al «reverdecer»

Bombas de semillas para luchar contra el cambio climático

Paseo por los Cerros de Rivas

Muchas de vosotras ya conoceréis las innumerables posibilidades que ofrece el Parque Regional del Sureste Madrileño para disfrutar de un variado mosaico de paisajes. En el mismo se integran grandes infraestructuras con ecosistemas únicos cargados de especies, muchas de las cuales son características o incluso exclusivas de dichos parajes. En esta entrada lanzamos una nueva ruta que, en el CEA El Campillo, hemos diseñado para mostrarte estos contrastes que pueblan nuestro espacio natural y descubrirte un sin fin de valores que tantas veces habréis pasado de largo al recorrer la A-3: El Paseo por los Cerros de Rivas.

Esta ruta comienza en el aparcamiento del Polideportivo del Parque del Sureste y toma el camino de tierra que lleva hasta el Mirador de la laguna del Campillo, dejando a la izquierda una plantación de especies autóctonas dedicada al aniversario de dos revistas de divulgación medioambiental y científica: Quercus y El Cárabo. En esta parcela encontraremos especies autóctonas tanto de bosque como de sotobosque de los cinco ecosistemas principales que conforman el PRS tales como encina carrasca, coscoja, espantalobos, cornicabra , enebros, sabinas, espino negro y blanco, aladierno, labiérnago, escoba, etc.

Al asomarnos al cortado, en días claros, obtenemos una amplia panorámica de la mitad sur del espacio natural donde nos encontramos, pudiendo contemplar tres de los principales ecosistemas que conforman el Parque Regional en torno a los Ejes de los Cursos Bajos del Manzanares y el Jarama: el bosque de ribera del Jarama y el Manzanares, los cortados de Casa Eulogio y Soto de las Juntas, y los humedales de las lagunas del Campillo, el Porcal, los Venero y las Madres. Todo ello contrasta con elementos antrópicos tales como el Puente de Arganda, las antiguas instalaciones de RTVE, la cementera de Morata, las vías del metro ligero de la línea 9 de metro, la población de Arganda del Rey o la mismísima autovía que lleva a Valencia.

Vistas desde la tarta.

Desde este punto nos dirigiremos hacia la tarta. Durante este camino podremos observar el cambio progresivo de suelo de una roca de yeso a otra caliza, ambas sedimentarias evaporíticas y con un curioso origen. También podremos observar, algunas de las especies propias de este tipo de suelos, e incluso algunas endémicas de estos ecosistemas y estas latitudes, como es el caso del Limonium dichotomum, única nutricia de la larva de un escarabajo conocido como el criptocéfalo manchego y descubierto en el mismo Parque Regional del Sureste en los años 90. Y al llegar a la parte alta de la tarta descubriremos otra bella panorámica, esta vez con orientación oeste desde la que se ven la población de Rivas Vaciamadrid, Madrid y (si es un día despejado y sin mucha contaminación) hasta la Sierra de Guadarrama.

Limonium dichotomum en el camino hacia la tarta.

Tras esta parada bajaremos hasta acercarnos a los edificios de Rivas y luego caminaremos a lo largo del barranco de los cazadores en el que podremos ver el cambio de vegetación entre solana y umbría (las laderas que, por su orientación reciben más sol a lo largo del día frente a las que gozan de más sombra), más ejemplos de la vegetación y fauna local como el hinojo, el milano real o negro y/o el busardo ratonero.

Entrada al barranco de los cazadores.

Al finalizar este camino se nos abre una nueva vista hacia Velilla desde donde divisaremos otros humedales parte del parque: las lagunas de Velilla y el humedal de Miralrío. También se pueden ver, con buena visibilidad, la Iglesia Parroquial de Santa María del Castillo de Campo Real, la Catedral de Justo en Mejorada, la Ermita del Cristo de Rivas, un tramo anterior del Jarama así como la R-3 y las poblaciones de Velilla de San Antonio, Mejorada del Campo, San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz. Tras disfrutar de tan completas vistas, avanzaremos apróximadamente 200 metros, dejando el barranco a nuestra izquierda hasta llegar al vértice geodésico y desde allí volveremos hacia la tarta, desandando el camino hasta un cruce en el que tomaremos el camino de la derecha volviendo así a nuestro punto de partida.

Vistas desde el mirador de Velilla.

Verrucaria (𝙃𝙚𝙡𝙞𝙤𝙩𝙧𝙤𝙥𝙞𝙪𝙢 𝙚𝙪𝙧𝙤𝙥𝙖𝙚𝙪𝙢)

Las altas temperaturas estivales van quedando atrás y con la llegada del otoño, se renueva un nuevo ciclo de herbáceas, las que prefieren los días otoñales para florecer. Es el caso de la planta a la que dedicamos hoy nuestra entrada: la Verrucaria, también conocida como Heliotropo o Hierba verruguera, nombre que nos indica uno de sus usos tradicionales, el tratamiento de las verrugas en la piel.

Su nombre científico, Heliotropium europaeum, proviene etimológicamente del latín, siendo Helio: sol y tropium: vuelta o giro, ya que esta especie, al igual que otras especies del género, realiza un movimiento de acompañamiento al curso del sol.

Presenta tonalidades grisáceas debido a que toda la planta (hojas y tallos) se encuentra cubierta por una vellosidad blanquecina.

Detalle de hoja, tallo y flor. Fuente: http://www.florandalucia.es

Lo más característico para reconocerla a simple vista en el campo, es la forma de florecer de su inflorescencia, que se asemeja a la cola de un escorpión. Esta inflorescencia se va enderezando según va floreciendo pero no llega a ponerse recta del todo.

Detalle de inflorescencia escorpoidea y flores. Fuente: http://www.acorral.es

La inflorescencia se compone por unas diminutas flores, blancas o violáceas, agrupadas densamente en las cimas escorpiodeas. Florece desde junio hasta octubre.

No alcanza los tres metros de altura y se encuentra fuertemente ramificada, siendo estos tallos largos desde la base. Los tallos son tendido – ascendentes. Las hojas se disponen alternan en el tallo y laceoladas (con forma de lanza).

Tallos tendido – ascendentes de la verrucaria. Fuente: https://elmedinaturaldelbages.cat/

Es pionera en colonizar terrenos removidos y por ello, es abundante en campos de cultivo, terrenos alterados y márgenes de caminos.

Usos

Contiene importantes principios activos: los alcaloides pirrolizidénicos y la cinoglosina. Para fines medicinales, es interesante toda la planta, desde la raíz a las hojas.

El momento de máxima concentración de principios activos de la planta es cuando se encuentra florida, siendo este el mejor momento para su recolección.

Inflorescencia y semillas de Heliotropium europaeum para fines medicinales. Fuente: http://www.florandalucia.es

Fundamentalmente, se ha empleado mucho para el tratamiento de verrugas, usándose en forma de emplasto, realizado con el zumo fresco o los brotes tiernos machacados. Y sus hojas se han utilizado popularmente como remedio para llagas, úlceras, papilomas, heridas.

También ha sido muy usada para combatir múltiples dolencias, así como para estimular la secreción biliar, para provocar la menstruación y como febrífugo (eficaz contra la fiebre).

Actualmente, no se aconseja su uso ya que toda la planta es venenosa por su contenido en alcaloides que son potentes hepatotóxicos y neorotóxicos, estando especialmente desaconsejada para embarazadas. Es debido a que la ciglosina, uno de sus principios activos, presente en el tallo y en las semillas, es bastante tóxico si se ingiere. La venta al público de la planta entera está prohibida o restringida por razón de su toxicidad.

Bibliografía

wikipedia

florandalucia.es

elmedinaturaldelbages.cat

inaturalist.org

acorral.es

«Bombas de semillas» o Nendo Dango

A mediados del siglo XX, el japonés Masanobu Fukuoka (1913-2008), teórico de la agricultura natural, ideó un sistema para mejorar la producción de la naturaleza con la menor intervención posible: el nengo dango («bola de arcilla» en japonés). Este sistema, que permite no tener que intervenir en la tierra, se basa en la mezcla de semillas dentro de bolitas de barro o arcilla creando «bombas de semillas» que luego se esparcirán por el campo. Con la primera lluvia intensa las bolas se desharán y las semillas, que hasta entonces han estado protegidas de los animales y el tiempo, brotarán.

En la mezcla de semillas, además de las del cultivo que se desea hacer, se incluyen otras plantas (principalmente trébol blanco) que germinarán más pronto creando una capa fina que protegerá el suelo de la luz, impidiendo la germinación de hierbas, pero no de las que se desea cultivar. Las distintas combinaciones, se plantean según sea el cultivo (cereales, hortalizas, frutales, zona boscosa, etc.). También suele incluirse algún abono natural (estiércol, humus de lombriz, sustrato… etc.) y, en lugar de arar o desherbar el campo en el que se van a esparcir, éste se recubre con los restos de las plantas cultivadas en la cosecha anterior, creando un compostaje natural, que conserva la humedad y los nutrientes e impide la proliferación de hierbas no deseadas.

En la actualidad, las “bombas de semillas” se han revelado como una herramienta de reforestación, reverdecimiento y regeneración de suelos de alta eficiencia. Al no tener que intervenir prácticamente en el suelo previamente, facilita la diseminación de semillas incluso en zonas inhóspitas de difícil acceso. Es por esto que se están utilizado a lo largo del planeta para luchar contra la desertificación, ya sea esparciéndolas a mano, desde vehículos e incluso lanzadas desde aviones. Avalados por muchos estudios, se ha convertido en una herramienta de regeneración, reforestación y cultivo de zonas áridas o desecadas.

Mediante el uso combinado de diversas plantas, los cultivos y las reforestaciones permiten extraer el agua del subsuelo a la superficie, gracias a la absorción que hacen las raíces, humidificando el aire, enriqueciendo tanto el suelo de cultivo como el del humus y favoreciendo con todo ello, a las lluvias y a la disminución del efecto invernadero. Es por eso que estas bombas de semillas son, en la actualidad, un “arma” ciudadana para luchar contra la desertificación y mejorar las zonas degradadas, de fácil elaboración y diseminación.

Para saber más:

Masanobu Fukuoka

Masanobu Fukuoka. De la «agricultura natural» al «reverdecer»

Bombas de semillas para luchar contra el cambio climático

Taller de «bombas de semillas, en El Campillo

¿Malas hierbas?

La Sociedad Española de Malherbología define a las malas hierbas como «toda planta o vegetación que interfiere con los objetivos o las necesidades del hombre». Una definición un tanto subjetiva y vista desde un punto de vista antrópico.

Para mucha gente han pasado a ser todas aquellas plantas que salen en el huerto, causan plagas o dañan las cosechas y no nos interesan para comer.

Otra definición podría ser flora herbácea que crece espontáneamente en un lugar.

Normalmente son las plantas que salen en las primeras fases de crecimiento del suelo que evolucionan hacia la creación de un bosque, en nuestro caso sería bosque mediterráneo, eso si no intervenimos.

Ejemplos de «malas hierbas» ó también llamadas «malezas» pueden ser las ortigas, amapolas, malvas, pamplinas, jaramagos, ajoporros, hinojos, cerrajas, esparragueras, manzanillas, olivardas o borrajas, actualmente se les da el nombre de plantas adventicias.

Pero, ¿son realmente malas hierbas, o realizan otras funciones dentro del huerto o en el suelo que ocupan?

El desconocimiento asociado a sus funciones hace que no le demos valor y que hayan terminado cogiendo tan mala fama.

Muchas de las propiedades beneficiosas de estas plantas son:

  • Sujetan el suelo evitando la erosión
  • Forman una cobertura que evita la pérdida de humedad
  • Aumentan la biodiversidad de especies
  • Mayor biodiversidad implica mayores servicios ecosistémicos
  • Refugio de fauna, aumentan la creación de hábitats, y tanto como cobijo como alimento, albergan numerosas especies de animales, sobre todo insectos (plantas nutrícias)
  • Refugio de resiliencia y resistencia, están adaptadas a condiciones climáticas adversas y se recuperan muy bien de las perturbaciones
  • Algunas de ellas son fijadoras de nitrógeno, mejoran la estructura y fertilidad del suelo
  • Algunas producen sustancias fungicidas e insecticidas
  • Con algunas de ellas se pueden hacer macerados fertilizantes e insecticidas
  • Usadas como plantas forrajeras (alimento para el ganado)
  • Para alimentación humana
  • Como plantas medicinales

Estas propiedades y muchas más son los beneficios que podemos obtener de las plantas adventicias.

En las ciudades la gestión de las hierbas adventicias generalmente se hace con desbroces o a veces se tratan con herbicidas.

Poco a poco está empezando a cambiar la conciencia sobre ellas y a retomar la importancia que merecen, despojándonos de ese concepto arcaico de que estas plantas son perjudiciales para el entorno.

Pero el trabajo debe continuar haciéndose y no perder el concepto de la verdadera importancia de estas plantas.

Fuentes:

http://www.seo.org

http://www.csic.es

http://www.semh.net

http://www.agrovert.net/

http://www.verne.elpais.com/

ONTINA (𝘼𝙧𝙩𝙚𝙢𝙞𝙨𝙞𝙖 𝙝𝙚𝙧𝙗𝙖-𝙖𝙡𝙗𝙖)

La Ontina es una planta presente en los cortados yesíferos, uno de los ecosistemas del Parque Regional del Sureste. La flora presente en este ecosistema tiene adaptaciones especiales para poder soportar la salinidad de este suelo formado mayoritariamente por yesos, procedentes de la precipitación y compactación de las sales presentes en el mar interior que ocupaba buena parte del territorio de Madrid durante el Mioceno (hace entre 18 – 9 millones de años aproximadamente).

La sal es tóxica para la mayoría de las plantas, por ello, la flora presente en este ecosistema, soporta esta alta salinidad gracias a sus adaptaciones al medio. Por lo general, la vegetación de los cortados tiende a ser arbustiva, ya que disminuyen la parte aérea mientras que aumentan su superficie basal, es decir, las raíces, para poder encontrar la escasa agua presente en este tipo de sustrato árido.

Una de estas «superplantas» adaptadas a la toxicidad de la salinidad en el suelo, es la Ontina (𝘈𝘳𝘵𝘦𝘮𝘪𝘴𝘪𝘢 𝘩𝘦𝘳𝘣𝘢-𝘢𝘭𝘣𝘢), que es una planta aromática muy frecuente en los cortados. Por su similitud morfológica, se la confunde a veces con la Barrilla pinchosa (𝘚𝘢𝘭𝘴𝘰𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘮𝘪𝘤𝘶𝘭𝘢𝘵𝘢), siendo la fragancia que desprenden las hojas de la Ontina, una eficaz y olorosa manera de diferenciarla de la Barrilla pinchosa.

También llamada Incienso de Canarias, debido a que se utilizaba contra las polillas canarias.

La Ontina (Artemisia herba-alba) es una especie de arbusto del género Artemisia, que se distribuye por el Mediterráneo occidental. Artemisía, significa en griego «la hierba de Artemisa», o Diana, diosa griega de la caza, la naturaleza salvaje y la castidad, hija de Zeus y hermana de Apolo, protectora de niñas y mujeres jóvenes y también la protectora en los partos. Y el epíteto herba-alba significa hierba blanca, en latín.

Entre los servicios ecosistémicos de esta planta, destaca la protección contra la erosión del suelo, debido a que sus profundas raíces «sujetan» el suelo frente a la erosión que ocasiona el agua de escorrentía (es decir, el agua de lluvia que no se infiltra sino que fluye por el terreno a favor de pendiente).

Descripción botánica.

Planta de la familia de las Compuestas (Asteraceae) Es un caméfito que puede superar los 50 cm y vivir más de 20 años. Es perennifolia, de color grisáceo o verde-blanquecino, de ahí su epíteto (herba-alba)

La Ontina es un arbusto pequeño, de poca altura, entre 0,2 y 0,5 m. La copa del arbusto es muy ramificada, con ramas frecuentemente arqueadas hacia abajo.

Sus hojas son de pequeño tamaño y muy cortas (2-8 mm), con fuerte olor. Se disponen alternas en el tallo, de color verde-obscuro cuando son jóvenes, tornándose glaucas o grisáceas al madurar. Sus lóbulos están mas o menos revueltos según la época del año. Carece de espinas en el tallo y en las hojas.

Sus flores son diminutas, de color pardo-rojizo, de 3 a 5 flores por capítulo y hermafroditas. El fruto es un aquenio sin vilano y también de pequeño tamaño. Florece de noviembre a enero y los frutos maduran entre febrero y marzo.


Distribución

Principalmente se encuentra en la mitad este de España, en zonas áridas, donde aparece en matorrales secos, tomillares más o menos nitrófilos, terrenos baldíos, etc. Su distribución altitudinal va desde 0 a 1.500 m.s.n.m.

Es basófila, por lo que requiere tipos de suelos básicos, desarrollándose sobre calizas, margas, yesos y terrenos salinos. Puede soportar bien la sequía, sin embargo, no tolera heladas ni suelos encharcados. Necesita luz directa para desarrollarse. Es muy resistente al pastoreo e incluso puede desarrollarse en lugares con precipitaciones inferiores a los 300 mm.

Forma parte de matorrales haloxerófilos, nitrófilos y gypsofilos; bajo ombroclima árido y semiárido. Se encuentra en todo el sureste madrileño; como elemento secundario en espartales, albardinares, tomillares, jabunales, etc. Frecuente en bordes de camino, lagunas endorréicas y vaguadas junto a otras especies halonitrófilas, sin humedad edáfica. 

Usos

Artemisia herba-alba es una buena planta forrajera principalmente para las ovejas.

​En medicina tradicional se ha usado como:

  • Antiséptica, es decir, que posee sustancias antimicrobianas que al aplicarse en un tejido vivo o sobre la piel, reduce la posibilidad de infección, sepsis o putrefacción.
  • Vermífuga, se utilizaba para tratar las lombrices intestinales en los niños.
  • Antiespasmódica, posee un grupo de sustancias que previenen o interrumpen la contracción dolorosa e involuntaria (espasmo) del músculo liso intestinal.

Se ha utilizado también como remedio tradicional por los beduinos del Néguev, para tratar la enteritis (inflamación del intestino delgado) así como otros problemas intestinales.

El aceite esencial de Artemisia herba-alba (Ontina), del Desierto de la península del Sinaí, contiene principalmente eucaliptol y cantidades apreciables de tujonas y otros monoterpenos:​ Davanona, crisantenona y ciscrisantenol, que se han encontrado en algunas poblaciones de Ontina en Marruecos​ y España.

Bibliografía.

https://www.researchgate.net/figure/Figure-I5-Morphologie-generale-de-plante-dArtemisia-herba-alba-Asso-37_fig3_362365220.

https://es.wikipedia.org/wiki/Artemisia_herba-alba

https://www.florandalucia.es/index.php/artemisia-herba-alba-subsp-herba-alba

Orquídea abejera amarilla (𝙊𝙥𝙝𝙧𝙮𝙨 𝙡𝙪𝙩𝙚𝙖)

Entre la multitud de herbáceas que hay en el Parque Regional del Surestee, queremos volver a hacer mención especial a las orquídeas, presentes en el sureste de Madrid pero en general muy desconocidas, incluso hay personas que ignoran su existencia.

Tenemos varias especies de orquídeas, como la orquídea abejera o de araña (puedes consultar la entrada en el enlace). Hoy os vamos a hablar de otra preciosa especie de esta familia: la orquídea abejera amarilla.

Esta especie de orquídea es muy fácil de identificar debido a su color amarillo, de ahí su nombre (tanto el común como el científico, ya que lutea en latín significa amarillo).

Descripción botánica

Planta herbácea de 10 a 30 centímetros de altura, con tubérculos ovoides (tallo subterráneo engrosado que se forma anualmente, con forma de huevo) y hojas basales ovoides y agudas. Tépalos externos verdosos y sin pelos. Labelo (pétalo medio modificado que se distingue claramente de otros pétalos y de los sépalos por su gran tamaño y su forma generalmente irregular) de 14 a 18 mm, trilobulado (formado por 3 lóbulos), cubierto de pelos, de color pardo-rojizo. Fruto en forma de cápsula.

Ecología

La mayoría de las orquídeas Ophrys dependen de un hongo simbionte, debido a esto desarrollan sólo un par de pequeñas hojas alternas. Tampoco pueden ser trasplantadas debido a esta simbiosis. Las pequeñas hojas basales forman una roseta pegadas a ras de suelo.

Durante el verano, las hojas de esta orquídea se secan y esta permanece durmiente como un bulbo subterráneo (tubérculo), que le sirve como reserva de alimento. Al final del verano-otoño desarrolla una roseta de hojas. También un nuevo tubérculo empieza a desarrollarse y madura hasta la siguiente primavera, mientras que el viejo tubérculo muere lentamente.

En la primavera siguiente el tallo floral empieza a desarrollarse, y durante la nueva floración, las hojas de la roseta basal comienzan a marchitarse. Eso sí, la floración primaveral no se producirá si sus tubérculos no han acumulado los suficientes nutrientes, por lo que ésta no llega a producirse todos los años.

Polinización o pseudocopulación

La floración se produce de marzo a mayo. La polinización tiene lugar por engaño sexual o pseudocopulación, ya que el labelo imita a las hembras de ciertos himenópteros (es decir, abejas, abejorros, avispas, etc.), e inclusive a otros grupos de insectos. Se trata de un engaño visual, táctil e incluso olfativo, porque estas flores producen también sustancias aromáticas, cuyo conjunto debe resultar atractivo y estimulante para los machos.  

Como los machos de estos insectos emergen antes que las hembras, estos son engañados e intentan la cópula con las orquídeas con mucho entusiasmo. Sin embargo, los machos aprenden y al cabo de cierto tiempo no hacen caso de las orquídeas y se dedican a buscar sus verdaderas hembras. Por lo tanto, las orquídeas se aprovechan de machos «inexpertos» y serán favorecidas aquellas orquídeas que florezcan más temprano.

Hábitat y distribución

Habita en prados, bosques y matorrales aclarados, generalmente en suelos básicos (calcícolas), a los que les dé mucho el sol (heliófilas). Algunos años se dan floraciones masivas muy llamativas.

Es una de las especies más frecuentes en la Península Ibérica, sobre todo en su mitad oriental y meridional. En su ámbito global de distribución, aparece en los países circunmediterráneos (es decir, los países que se encuentran alrededor del mar mediterráneo) alcanzando hacia el oriente las islas griegas.

Bibliografía


Cavanilles, Icon. Descr. 2: 46 (1793). Ophrys lutea

https://www.orquideasibericas.info/

almerinatura.com

https://andanzasdeunloboestepario.blogspot.com/2020/03/orquideas-silvestres-ophrys-lutea.html

https://spain.inaturalist.org/

https://delmanzanaresalguadarrama.wordpress.com/2014/10/03/ophys-lutea-ophrys-sphegodes/

https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/web/Bloques_Tematicos/Patrimonio_Natural._Uso_Y_Gestion/Espacios_Protegidos/publicaciones_renpa/orquideas_grazalema/11_descripcion8.pdf

¡En el PRSE se cultivan espárragos!

El pasado domingo 14 de abril pudimos disfrutar de la actividad “Visita a productores Villagourment» para conocer todos los entresijos del cultivo del espárrago. Por ello, hoy hablamos de este cultivo tan interesante de la Comarca de las Vegas del Jarama, con características propias que aspiran a tener denominación de origen y que está en plena temporada.

¿Desde cuándo se comercializa el espárrago?

¡Parece ser que los espárragos ya se cultivaban en Egipto hace unos 6.000 años! De este país lo tomaron los griegos, que fueron quienes lo llevaron a Italia, siendo los romanos quienes lo introdujeron en España. Hay otras versiones, que dan como segura la introducción en nuestro país por los árabes. Es posible que ambas vías de difusión del espárrago en la Península sean ciertas, y que el cultivo haya pasado por varias etapas de abandono y recuperación sucesivas.

En cualquier caso, lo cierto es que su virtud como diurético es conocida desde la antigüedad, atribuyéndoles también propiedades curativas contra enfermedades tales como la disentiría, la ictericia, la ciática, los cálculos biliares y renales, entre otros, y más recientemente se les considera como preventivos del cáncer cuando son consumidos en forma de conserva. ¡Qué más les podemos pedir! Sin embargo, a pesar de lo saludable de su consumo, el cultivo del espárrago de forma extensiva parece tener una tradición de tan sólo dos siglos. La producción y venta de este singular producto ha experimentado un desarrollo espectacular en nuestro país en los últimos años, convirtiéndose en el cultivo hortícola más rentable debido a que puede durar en producción entre 15-20 años.

Pero… ¿Qué sabemos de esta planta?

La esparraguera (Asparagus officinalis L.) pertenece a la familia de las Liliáceas, es perenne, con un sistema rizomático subterráneo en forma de plataforma con numerosas raíces sencillas, cilíndricas y rastreras conocida vulgarmente con el nombre de «garra». En la base de esta plataforma rizomatosa aparecen continuamente yemas de las que se originan los tallos del espárrago o «turiones» que constituyen la parte comestible de la planta. En un principio, y mientras se desarrollan bajo tierra, estos turiones son blancos y poseen unas hojas escuamiformes muy pegadas a los propios tallos. Cuando se dejan crecer libremente al exterior, adquieren un color verde pudiendo llegar a alcanzar una altura de 1,5 m y desarrollar ramas laterales provistas de hojas muy rudimentarias y escuamiformes (es decir, con forma de escama).

Fig. 1- Plataforma rizomatosa con turón. Fuente: INIA, 1999

Sus frutos son esféricos, del tamaño de un guisante y rojos en su madurez. Son plantas dioicas, con pies que producen flores masculinas y otras que producen flores femeninas, aunque se dan casos de plantas en las que coexisten los dos sexos.

Fig. 2- 1. Espárrago; 2. Frutos madruos; 3-4 flor; 5-6. ovario y sección del mismo; 7. Semilla; 8. Turón. Fuente: Ministerio de Agricultura, 1958

¿Cómo se cultiva?

El método corriente de plantación es en sucos. Se comienza con la preparación del terreno removiendo la tierra mediante arado o azada hasta que el terreno esté bien desmenuzado. Se realizan las zanjas donde se plantan las «garras», a unos 30 centímetros aproximadamente unas de otras, alineadas y, por último, se cubren las zanjas con una capa de 6-8cm de tierra.

La recolección

Se realiza con un cuchillo especial llamado “multidiente”, este se introduce paralelamente a la dirección del turión y se empuja gradualmente hasta separar de un tajo el espárrago. La recolecta comienza en los meses de marzo y abril, pudiendo durar 2 o 3 meses en plena producción.

Todo listo, ¡a vender!

Para su venta, los espárragos son igualados en un solo corte a través de su colocación en un molde el cual los sujeta, recortando los que sobresalen con un cuchillo. Los espárragos deben ser cuidadosamente seleccionados por tamaños y atados en manojos cerca de cada extremo, tan fuertemente como sea posible sin herir al espárrago.

Si quieres conocer más sobre este producto te recomendamos que no faltes a la cita de la Feria del Espárrago que se celebra desde hace varias temporadas en el mes de abril en San Martín de la Vega, donde podrás degustar y comprar a los productores locales ricos manojos de temporada.

Bibliografía

Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro de Investigaciones Quilamapu. Boletín INIA N.º 6 ISBN: 0717-4829

Ministerio de Agricultura, Cultivo del espárrago. Madrid 1958, N.º 23-58